Artistas de San Miguel de Allende: Alberto Lenz, geometría y genialidad

Por Paola Velasco

Me quedé de ver un martes por la mañana con el artista Alberto Lenz para hacerle una entrevista en el café de la Parroquia, un lugar emblemático y de los de mayor tradición en San Miguel de Allende. Yo, como muchos en San Miguel, conocí a Alberto cuando fue director del Centro Cultural “El Nigromante”. Aunque lo había visto muchas veces, lo conocía poco. 

Al preguntarle por su trayectoria, me contestó con una gran sonrisa en los labios: “mi vida es una serie de sucesos accidentales”… ahí empezó todo… Estudió pintura en la Academia de San Carlos en la CDMX y después pasó varios años de su juventud en Europa, donde recibió grandes dosis de arte, diseño, pintura y estética que le hicieron ver el arte y la arquitectura de otra manera. Años después, regresó a México con una mirada nutrida y decidida para estudiar la carrera de Desarrollo Urbano Regional en el Colegio de México. 

Marxista de corazón, le interesó mucho dialogar sobre las necesidades del desarrollo e infraestructuras con el bienestar social. Fue durante el gobierno del expresidente Vicente Fox (2000-2006) que se involucró al 100 por ciento con grandes proyectos urbanos y desarrolló en 2001 el Plan Nacional de Infraestructura. Este plan lo llevó a cabo con más de 20 profesionales en diferentes temas como Turismo, Medio Ambiente, Energía, entre otros. También planeó el Proyecto Puebla-Panamá, un corredor de cooperación turístico y comercial entre el sureste mexicano y Centroamérica, y el Puerto Interior de Guanajuato, proyecto pionero en el país, un parque industrial con características de puerto marítimo, pero en el centro del país: tren, carretera y transporte aéreo.

Después de varios años de trabajar para el gobierno federal, su salud le pidió hacer un cambio drástico y se mudó a la ciudad de Querétaro, donde renació el artista y se conectó con la escultura urbana en metal a gran y pequeña escala. Se dedicó varios años a esta actividad y realizó por pedido esculturas de hasta cuatro metros de altura para las entradas de nuevos desarrollos en Querétaro, como Juriquilla y Zibatá. 

Según la teoría de Lenz de que la vida son accidentes fortuitos, en un café de la CDMX se encontró al entonces Secretario de Cultura de México, Rafael Tovar y de Teresa, quien le hizo una pregunta clave: “¿Te gusta San Miguel de Allende?” A lo que Alberto Lenz respondió “Me encanta”. Fue ese momento clave para que llegara a San Miguel. Sus amigos le decían que finalmente viviría en un lugar para personas como él, donde el Arte de Vivir es una prioridad. Hoy en día Alberto vive feliz en el campo, disfruta de salud y de la soledad que requiere una vida dedicada a la creación, en su casa-taller, donde pinta, esculpe y contempla la vida. 

Su trabajo más reciente tiene que ver con la figura conocida como “Tótems”, esculturas de acero muy coloridas, obra que le permiten reunir la espiritualidad y la escultura. La obra está expuesta en la Galería Sargent & Schneider en la calle de Aldama 3, misma que estará hasta finales de septiembre. 

Para Lenz, trabajar con la geometría viva es “hablar el lenguaje con que Dios describe al Universo”.

Nos despedimos en la puerta de la Galería con las ganas de seguir conversando.