Por Mirka Zarazúa Medrano
Nota escrita el 3 de septiembre de 2022, Querétaro.
El día de ayer (2 de septiembre) durante el segundo día del HAY FESTIVAL QUERÉTARO 2022, se dio a cabo una ponencia que nos remontó a todos los presentes a un encaramiento con la reflexión de la memoria, en especial de la memoria de grandes literarios a través de la voz del escritor invitado Gonzalo Celorio.
Durante una amena entrevista con la autora del exitoso libro “Yo, la peor” de Mónica Lavín, el autor nos fue desmenuzando un poco de su última obra “Mentideros de la memoria” que va de su propio testimonio alrededor de escritores como Eco, Fuentes, García Márquez, Rulfo, Cortázar entre otros rockstars del ámbito literario; describió sus experiencias con muchos de estos autores, cómo fue hablar con ellos y verse en diversos encuentros del azar en su carrera dentro el mundo de las letras. Nos contó sus aventuras e infortunios con todos estos sucesos mientras mantenía diestramente siempre su gran sentido del humor. Todos los detalles de estas memorias se pueden encontrar vertidos en su libro “Los mentideros de la memoria”, que sin duda es una obra atrapante de leer; pero hablando de memoria, los detalles que salieron y los comentarios personales del autor durante la ponencia fueron el tipo de delicias que vale la pena llevar por el tiempo, inmortalizar en letras.
Aun cuando al comenzar declaró que “uno casi nunca escribe por razones determinadas”, como “ya sabiendo todo lo que vas a decir” afirmaba hablando del nacimiento de esta obra que hay una edad donde se vuelve más importante la relectura que la lectura, ese momento donde los años le dan a la memoria un valor que antes no tenía, pues a través de ella puedes ser coleccionista de aquellos momentos que viviste en primera persona y sobre todo, como afirmaba él, después de muchos años algunos recuerdos como el ejemplo que dio del enamoramiento se ven diluidos con el velo perfumado por la memoria, transpirado y deglutido por nuestra inevitable percepción. Es ahí donde aprovechó para hablarnos un poco sobre la supuesta fricción entre la ficción y la realidad, afirmando desde su punto de vista que no se trataba de otra cosa más que “un invento”.
Nos planteó delicadamente cómo cuando se habla de “memorias” se habla de hechos, pero también de ficciones afirmando que la ficción sirve también como instrumento para ampliar la realidad. Y es así como constituye su libro, una historia contada desde sus zapatos aunque se considere a la vez un espectador de todo lo vivido, de todos esos recuerdos con grandes autores que impactaron su vida y ahora son recordados desde la lucidez y el resplandor ficcionario de la memoria.
Así nos presenta Celorio su maravillosa obra “Mentideros de la memoria” que como su palabra lo dice, crea un espacio que dispone a personas para que puedan conversar en él, un espacio lleno de memoria.