Desde el Mundo Orgánico

Por Alejandro Angulo  

En pasados días, se dio a conocer la firma entre México y Canadá (Memorándum de Entendimiento para el Reconocimiento de la Equivalencia en Materia de Productos Orgánicos MdE), sobre la equivalencia en materia de productos orgánicos que se refiere a la homologación de los procedimientos de certificación orgánica de ambos países, con lo cual se logra beneficiar a los productores y consumidores de productos orgánicos.

Según la información dada en el grupo de Orgánicos, en México se tiene un registro de más de 46 mil productores, compuesto principalmente por unidades de producción pequeña y mediana. Los productos de origen vegetal, fungi, procesados y apícolas mexicanos, podrán ingresar al mercado canadiense sin necesidad de tramitar la certificación del país de destino.

Por otra parte, en México los productos orgánicos que más se producen son el café, maíz, aguacate, alfalfa, frijol, agave, sorgo, ajonjolí, pasto, mango, limón, miel, plátano, garbanzo y coco. De esta manera, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA, en México) reconoce como equivalentes a los productos primarios y procesados de origen vegetal y animal de procedencia canadiense, certificados bajo el Régimen Orgánico de Canadá (COR, en inglés). En igual medida, la CFIA reconoce a los productos orgánicos que se producen o procesan en México, que están certificados bajo la Ley de Productos Orgánicos (LPO) de la Secretaría de Agricultura, las cuales ostentan el sello Orgánico de México.

En la misma reunión entre el SENASICA y la CFIA, acordaron enviar durante las siguientes semanas un listado de tipo y cantidad de productos orgánicos certificados que se comercializarán, el cual incluirá la información actualizada de los organismos de acreditación y certificación, reconocidos por ambos países.

Dicho Memorándum MdE tendrá una vigencia de un año, pero el periodo podrá extenderse por el tiempo que conjuntamente decidan.

No obstante lo anterior, y sin demérito, hay que recordar que desde la firma del primer tratado de libre comercio entre México-Estados Unidos-Canadá y ahora el nuevo, se considera una práctica desleal en el comercio el que un gobierno o privado te exija un certificado de su país. Bajo este tenor, en el mundo orgánico aparecieron los sellos orgánicos por parte de los gobiernos (siendo los primeros que surgieron en Israel y China), y el referido Memorándum de Entendimiento es un mutuo reconocimiento de los procedimientos de certificación por parte de los gobiernos (sello gubernamental).

Lo interesante de dicho acuerdo es justamente la agilización de trámites para que transiten los productos orgánicos entre estos dos países. Ahora faltaría que se sume Estados Unidos (que es uno de los mayores países de destino de los productos orgánicos en el mundo).

Sin duda es una buena noticia para los productores mexicanos, sobre todo, que son pequeños y medianos productores a los cuales les encarecen los procedimientos largos de certificación para la exportación.

Asimismo, un acuerdo de esta naturaleza contribuye a fortalecer el tipo de agricultura sana, tanto para la salud humana, como también para los suelos que hoy por hoy atraviesan por una crisis de degradación y contaminación.

Sin duda, la agricultura orgánica es la alternativa que además genera ingresos a los pequeños y medianos productores de México. Nuestro país es uno de los principales exportadores mundiales de café orgánico. La agricultura ecológica se practica en 190 países, y casi 75 millones de hectáreas de tierras agrícolas son gestionadas bajo manejo ecológico por al menos 3,4 millones de agricultores. Las ventas globales de alimentos y bebidas ecológicas alcanzaron los más de 120 mil millones de euros en 2020.

México cuenta con 238, 075 has. agrícolas y 1, 079, 967 has. de recolección silvestre (Informe 2023, INFOAM).