Portento de ingeniería, arquitectura y diseño urbano virreinal

Por Arturo Morales Tirado

Una de las maravillas de San Miguel de Allende, hoy en día, es su traza virreinal con una percepción de armonía entre sus espacios y volúmenes, principalmente en sus vías principales de oriente a poniente, tanto en el Camino Real de Tierra Adentro como en sus vías paralelas, por ejemplo la del sur, frente a la actual parroquia de San Miguel. El problema de ingeniería, diseño urbano y diseño arquitectónico comunitario lo planteaba la decisión de fundar en 1555 la Villa Protectora de San Miguel en la ladera sur-poniente del volcán Palo Huérfano, por debajo de la línea de manantiales del Montequehuma. Otro problema fue la asignación previa de la manzana que ocuparía la Iglesia Mayor de la villa y la planta diseñada de la primera parroquia (del siglo XVI) con la orientación de su altar principal hacia el oriente (de acuerdo a las Ordenanzas de Felipe II).

Hoy en día sabemos que las diferencias de altura entre: la parte más alta del Jardín Principal y la más baja es de casi 3 metros (pendiente de M=3.15%), entre la capilla de El Calvario y el Jardín Principal es de 20 m. (M=4.12%), entre el Jardín Principal y Las Monjas es de 12 m. (M=4.70%); entre el crucero de las calles de Correo y Salida Real a Qro. es de 31 m. (M=6.62%), entre el Jardín Principal y el crucero de Umarán con Zacateros es de 13 m. (M=7.02%).

Por lo dicho anteriormente, la planta ortogonal de la Plaza Mayor (de acuerdo a las ordenanzas de los reyes católicos) o de la Plaza de Armas (de acuerdo a las ordenanzas de Felipe II), se solucionó en su esquina sur-oriente, al trazar un poco hacia el oriente la actual calle de Diez de Sollano y sumar la manzana al poniente de la de la Iglesia Mayor o la Parroquia (Cuna de Allende – Umarán – Jesús – Cuadrante), para crear la manzana cuadrante y así, trazar la Manzana vacía, hoy el Jardín Principal y a partir de todo esto, trazar la Villa Protectora de San Miguel.

Para solucionar, en la segunda mitad del siglo XVI y sobre todo, durante el siglo XVIII, los dramáticos desniveles para la construcción y visuales de la plaza principal y crear la sensación y emoción (atmósfera) de los símbolos del poder político – económico – social – cultural del Reino de España en la villa novohispana de San Miguel el Grande, se debió seguir con disciplina colectiva entre el poder consistorial, el eclesiástico y las familias criollas más notables un sólo plan urbano que, entre otras características, principalmente, se alinearon las alturas máximas de las casas con piso noble o de dos niveles (con excepción de la casa de la alcabala y posterior hotel Posada de San Francisco) en torno a la Plaza Principal, posiblemente a partir de la Casa Consistorial; incluso, se continúo esta alineación del techo al cielo en las casonas de piso noble en la actual calle de San Francisco, continuando en la visual de poniente hacia oriente un suave escalonamiento en las alturas de las casas de un solo nivel.

Además, se procuró alinear los desplantes de los balcones, se presentaron hacia la Plaza Principal únicamente dos niveles, por la que la fachada de la casa del Mayorazgo de la Canal hacia el actual Jardín Principal, ocultó el piso intermedio, entresuelo o mezzanine, que se aprecia en su fachada principal sobre la actual calle Canal. Agregando otra característica para lograr esta atmósfera de armonía, magnificencia y serena convivencia, en el actual Portal Allende, se alineó la altura de la viguería de las tres propiedades de este, cosa que ya no se pudo lograr en el actual Portal Guadalupe por los desniveles y, sobre todo, por que en éste, se encuentra la casona más antigua de la Plaza Principal y una de las últimas en edificarse durante el virreinato. 

Aunado a lo anterior, la manzana vacía de la Plaza Principal, desde antes del diseño del Jardín Principal en la época del presidente Porfirio Díaz con sus tres paseos concéntricos a la sombra de los laureles de la india y jardineras de plantas exóticas, esta se realizó sobre una plataforma de un suelo con suave pendiente, casi horizontal.Sin duda, la actual Plaza Principal de San Miguel de Allende, y la traza de la otrora Villa Protectora de San Miguel, como lo declaró la UNESCO en el nombramiento del 2008, constituye un ejemplo eminentemente representativo de un conjunto arquitectónico, tecnológico, y de paisaje que ilustra un periodo significativo de la historia humana, nuestra herencia virreinal; otra maravilla de la Frontera de la Tierra Adentro: auténtica, única, irrepetible y excepcional.