Por Bernardo Moreno
La visión colonialista que se ha dado de facto como impulsora del progreso lleva desmantelando la vida por siglos, y ahora, en su forma neoliberal, ha explotado los recursos naturales como nunca. Necesitamos revertir esa tendencia, es una urgencia en México y el mundo.
Al respecto, te comparto una entrevista con León Felipe Mendoza, antropólogo, artista audiovisual y Mtro. en Educación para la Interculturalidad y la Sustentabilidad por la Universidad Veracruzana; miembro fundador de Espora Media, desde donde ha sumado esfuerzos en beneficio de las comunidades de la cuenca de Río en Jalcomulco, Veracruz. Próximamente estará presentando en San Miguel de Allende FICCTERRA (Festival Itinerante de Cine Comunitario de la Tierra) haciendo difusión de la calidad del aire.
BM: ¿Cuál es la preocupación fundamental de lo que haces?
LFM: Vivimos un momento sumamente crítico como humanidad. El desequilibrio que está causando la erosión de los ecosistemas, la contaminación excesiva y la explotación desmedida de la naturaleza ponen en una situación muy comprometedora las posibilidades de vida para los seres humanos y muchas especies que habitan el planeta. Vemos cómo los ríos se secan y los bosques desaparecen. Las asimetrías sociales se ensanchan y la virtualización de las relaciones sociales nos segregan. Desde nuestra perspectiva, esta situación ha sido propiciada por una forma particular de intervenir y pensar el mundo, propia de la modernidad capitalista, el desarrollo industrial y la racionalidad colonialista que la sustenta bajo una verdad única y excluyente. Existen otras formas de comprender y habitar el mundo. Formas menos destructivas que coexisten y resisten arraigadas a las identidades y los territorios.
BM: ¿A qué te refieres con “territorio e identidad”?
LFM: Desde una perspectiva amplia, el territorio es un espacio apropiado y significado; es el lugar donde estamos, donde nacimos, donde crecimos, donde llegamos, donde vamos a morir. Es la gente, las fiestas, la comida, los cuentos, los animales, las plantas, los cerros, los ríos, la milpa, las medicinas ancestrales, la familia, la comunidad. Es donde soñamos y actuamos. Es donde transformamos lo que vamos a dejar a los que vienen. Es donde se construye nuestra identidad, donde convivimos con todos los otros seres que existen, donde se cultivan la cultura y la vida misma. Es en los territorios donde se enfrentan y coexisten estas diferentes visiones del mundo.
BM: ¿Cómo nace Espora (ahora transicionando a Espacios de Memoria y el Buen Vivir, A.C.) y qué es lo que hacen?
LFM: Es un colectivo de producción audiovisual, fundado en el año 2012 por un grupo de estudiantes de antropología y sociología que empezamos a registrar, denunciar y difundir los acontecimientos políticos y sociales a nuestro alrededor, en ese momento a consecuencia de las reformas estructurales de Peña Nieto. Trabajamos principalmente en vinculación con distintos actores y organizaciones. El proyecto lleva once años y nos hemos relacionado con movimientos sociales, artísticos y educativos; abordando la defensa, el cuidado y la revalorización de lo biocultural, así como cuestiones de educación integral. Uno de los principales ejes de trabajo es el cine comunitario o colaborativo. Llevamos a cabo procesos de co-creación, co-aprendizaje y reflexión colectiva a partir de talleres de realización audiovisual y la exhibición de cine en espacios no convencionales. Estos talleres se han dado en contextos escolarizados y en comunidades de aprendizaje independiente. Los participantes de los talleres se apropian de las herramientas necesarias para la realización de cine documental desde sus propias realidades, con lo cual buscamos propiciar las condiciones para entablar un diálogo intercultural y contribuir a la defensa integral del territorio.
BM: ¿Nos puedes dar un ejemplo de estas vinculaciones que mencionas?
LFM: La relación que hemos construido con el pueblo de Jalcomulco y con la organización de Pueblos Unidos de la Cuenca La Antigua por los Ríos Libres (PUCARL), así como con el movimiento “No a las presas”, a través del proyecto “Cine de la Cuenca” impulsado por Espora desde 2017, colaborando con las comunidades de la cuenca La Antigua, generando reflexiones a partir del cine que permitan fortalecer las identidades y los vínculos territoriales. Parte del proyecto Cine de la Cuenca son los talleres de Cine del Río: Historias de Jalcomulco, que surgieron a partir de la organización en defensa del río de los Pescados, en respuesta a la preocupación de seguir vigilantes y activos en la defensa del territorio, a raíz de la amenaza en el año 2013 del mega proyecto hidroeléctrico impulsado por el gobierno estatal y la empresa Odebrecht que construirían una aberrante presa, dándole muerte al fluir del río y, con eso, a la identidad y al territorio de muchas comunidades en cinco municipios, pero que, con la colaboración de todos, en 2014 se logró detener. Hasta ahora se han realizado 13 cortometrajes documentales en Jalcomulco, Veracruz. Nuestras redes sociales son @Espora Media y nuestra web es www.esporamedia.com
