Karla Ascencio: Rocket dolls

Por Carolina de la Cajiga

Hay trabajos que no requieren explicación. 

La gran mayoría entendemos qué hacen los que llevan contabilidad, construyen, fabrican, laboran en el campo, cocinan, cortan el pelo, cantan, pintan. La lista es larga. Cuando le pregunté a Karla Ascencio sobre su ocupación, dijo «intervengo muñecas». ¡Chin! ¿Qué es eso? Por más vueltas que dio mi cerebro no pude visualizar absolutamente nada. Tal vez te pase lo mismo.

Hace varios años su mejor amiga le regaló una muñeca desarmada y un tanto extraña de tan solo 28 cm de alto, con ojos inmensos y cabeza desproporcionadamente grande en relación con su cuerpo. “Diviértete” fue el único comentario que le hizo su amiga. Tiempo después le reveló que sabía que se engancharía tal como sucedió.

Después de investigar y aprender todo lo que pudo, Karla rearmó la muñeca, y ya que entendió el mecanismo, la separó nuevamente y la reacomodó pero ya elucubrando cómo hacerla a su manera. Le fascinó el proceso. Sus estudios de artes plásticas en la Escuela Nacional de Escultura, Pintura y Grabado (La Esmeralda) resultaron ideales para esta labor.

Las primeras muñecas Blythe, como son conocidas, fueron creadas en 1972 en Estados Unidos, pero al no tener éxito, en solo un año dejaron de fabricarlas. En 2001 una compañía japonesa empezó a hacerlas nuevamente y han ido adquiriendo fama mundial entre coleccionistas. El nombre, de origen inglés antiguo, significa alegre y divertida. Mediante un mecanismo detrás de la cabeza, sus ojos se mueven de izquierda a derecha y de arriba a abajo, y el iris cambia de color. Las muñecas de la segunda camada pueden sentarse y doblar las extremidades. Definitivamente no son juguetes infantiles, sino figuras coleccionables.

Un día común en la vida de Karla comienza atendiendo a sus tres hijos y los deberes normales del hogar con la ayuda de su pareja. Después del almuerzo finalmente llega “su” tiempo con sus muñecas.

Las conexiones que con los años ha ido estableciendo Karla le permiten comprar las muñecas que la cautivan. Al recibir la muñeca la analiza y la visualiza terminada. Esto sucede en las noches cuando hay calma y silencio. La transformación generalmente comienza cortando la cabellera, luego lija toda la cara y la re-esculpe hasta convertirla en su creación. Las pinta con el mismo cuidado que lleva maquillar a una novia. Les sustituye los iris por unos de mejor calidad que los coleccionistas aprecian, y les hace un peinado juvenil. El siguiente paso es vestirlas. Su mamá diseña y elabora la ropa. Una vez terminada, dependiendo de la personalidad, les da nombre; algunas veces de fruta, verdura, o hasta de algún postre. Las posa y las fotografía. Es el momento de darla a conocer públicamente. Karla disfruta cada paso de la metamorfosis. Nunca hace duplicados ni dos al mismo tiempo. Cada una tiene su propio tiempo y espacio. Generalmente, a cada muñeca le lleva una semana de trabajo. Cuando los astros se alinean, como dice ella, termina dos.

Lo siguiente es la promoción y venta que implica publicar en sus redes sociales. Algunas muñecas la prenden de tal manera que pasan a su colección personal. Sus muñecas, bajo el nombre de “Rocket Dolls”, han encontrado hogar en diferentes partes de México y otros lugares, algunos tan remotos como Nueva Zelanda, China, y Australia. La singularidad de sus muñecas está en las cejas. Su hija nació con cejas muy espesas y esto la inspiró a replicarlo. Karla piensa que eso es lo que más las distingue y atrae a sus coleccionistas.

Algo que empezó como pasatiempo se convirtió en pasión y le ha dado oportunidad de desarrollar su creatividad artística, además de obtener una retribución económica. Y, sobre todo, visibilidad y la satisfacción de hacer feliz a los coleccionistas que han adquirido sus muñecas. La competencia es cada vez mayor, y esto lleva a Karla a mantener su imaginación e inventiva afilada. Como perfeccionista, no deja de esforzarse y mantener su alta calidad.

Su siguiente meta es crear suficiente producción para exhibir en la convención de muñecas Blythe, en Nueva York, en 2023. Esto le abriría puertas a nuevos mercados y relacionarse con gente con intereses similares. Tal vez este es el momento de adquirir tu propia muñeca antes que la fama las haga más codiciadas.

¡Pocos tienen la suerte que su pasión sea al mismo tiempo su trabajo!

Puedes ver y adquirir las famosas “Rocket Dolls” en Karla Ascencio Minués en Facebook, y @rocket_dolls en Instagram.

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