Actualización en terapias celulares

Por el Dr. Carlos Téllez Osorio 

La transición en la epidemiología de las enfermedades que afectan a México, es decir, los cambios que se han observado entre las principales causas de enfermedad y eventualmente de muerte entre sus habitantes, han reorientado los presupuestos destinados por el sector Salud hacia el desarrollo de esquemas de atención cada vez más especializados, y en consecuencia con mayores costos de operación que requieren ser actualizados a favor de la medicina preventiva, la cual tiene la virtud de resultar más económica.

Sin embargo, el factor económico no debería ser la única razón para realizar modificaciones en el sistema nacional de salud, toda vez que es imprescindible evitar padecimientos que afectan al humano y satisfacer su derecho a una condición de salud en el más amplio sentido de la palabra.

La medicina convencional brinda en forma prioritaria tratamientos para contrarrestar los síntomas de las enfermedades, pero en términos generales no atiende las causas que las originan y menos aún, brinda una solución viable para mejorar la calidad de vida de los pacientes. De ahí que se busque afanosamente plantear iniciativas en materia de salud para que los pacientes puedan contar con atención para padecimientos crónicos degenerativos que en forma desafortunada afectan de manera importante a la población mexicana.

Es impostergable centrar la atención en prácticas de medicina compasiva para algunas patologías, medicina de innovación para otros casos y medicina regenerativa como la vertiente más sólida de procuración de bienestar en diferentes países del mundo, los cuales arrastran una pesada carga económica para conducir sus esquemas de salud pública. Ciertamente, la medicina regenerativa opera con altos costos hoy en día, pero la tecnología avanza rápidamente y los gastos disminuirán con el transcurso de los años. 

Pero se requieren de otros factores además de los económicos para que la medicina regenerativa avance sustancialmente, es necesario un marco legal y de normativas congruentes para que los protocolos de investigación clínica se faciliten en su ejecución, siempre bajo un entorno bioético hacia los pacientes. Desde hace más de una década, las autoridades de Japón vienen trabajando en la regulación sanitaria que ha permitido el desarrollo de terapias celulares avanzadas para medicina regenerativa en los pacientes que sean elegibles para estos tratamientos y cumplan de manera satisfactoria con los criterios de inclusión para los diversos estudios.

Sin tratar de evadir los requisitos establecidos para la investigación clínica en humanos, los doctores e investigadores japoneses pueden solicitar a sus autoridades una aprobación temporal condicionada para un producto médico regenerativo, por ejemplo, una aplicación intravenosa de células troncales mesenquimales. Esto quiere decir que en cuanto se demuestre que una terapia celular es segura en un determinado número de pacientes, podrá ejecutarse en más de ellos para demostrar su efectividad y se le dará seguimiento; de resultar satisfactoria y muestre las evidencias documentales con respecto a un tiempo estimado en 3 a 5 años, podrá ser aprobada con un registro sanitario definitivo. 

Con base en lo anterior, solamente procediendo bajo un entorno médico sólido y responsable es factible estimar los beneficios de la medicina regenerativa y ese es quizá el obstáculo más difícil de superar en nuestro país, pues han proliferado malos actores en el sector salud que no solo desprestigian esta actividad, sino también frenan su desarrollo y ponen en riesgo a los pacientes.

Continuará…