Por P.T. Héctor Ulises Patlán Caballero
Tus músculos son la pensión para la vejez… Construye cuanto músculo puedas cuando eres joven para que seas funcional, sano e independiente cuando seas viejo.
Vivimos en una era donde el sedentarismo es cada vez mayor en la sociedad, la tecnología está cada vez más inmersa en nuestras vidas y actividades diarias que la actividad física está quedando de lado. Donde nos ofrecen productos mágicos para bajar de peso, la píldora mágica, la dieta mágica, los geles reductivos, los “challenges” prometedores de inicio de año y de todo esto no obtenemos los resultados deseados y lo dejamos de lado retomando nuestros malos hábitos y esperando el siguiente año nuevo para volver a empezar.
Debemos ser conscientes de que para transformar nuestro físico y tener un “beachbody” no lo vamos a lograr en unos meses después de tantos años con malos hábitos en nuestra vida. Es un proceso que lleva tiempo, disciplina y mucha paciencia.
Una de las primeras cosas que podemos hacer es fijar metas a corto y largo plazo y debes estar convencido de lo que quieres, si en verdad quieres hacer ese cambio de hábitos y ese cambio físico debes tener la convicción de que lo vas a lograr. Tener todos los días en la mente tu objetivo, qué es lo que tienes que hacer, qué cambios debes implementar, investigar, buscar asesoría profesional. Pero siempre tener en mente tus metas.
Si tienes como objetivo principal bajar de peso o tener un cuerpo musculoso y definido para eso puedes empezar con cambios a corto plazo como dejar de tomar refresco y cambiarlo por refresco sin calorías, cambiar el azúcar por edulcorantes, cambiar el coche por caminar, un vaso de agua Tal día y así poco a poco empezar a cambiar pequeñas cosas que al final del día suman mucho. Todo cuenta, por pocos cambios logrados todos suman y logrando estos pequeños cambios vendrá como resultado tu objetivo a largo plazo.
Debemos tener una buena relación con la comida, tendemos a tachar a los alimentos como buenos o malos cuando no es así, hay alimentos con alto contenido nutricional y otros con muy bajo contenido nutricional y de la misma manera hay alimentos con alto contenido calórico y con bajo contenido calórico, lo que hay que saber es cual de todos estos nos van a ayudar a lograr nuestro objetivo de la mejor forma y a la par con esto saber cuál es nuestro requerimiento calórico al día y cómo distribuirlo con los macronutrientes esenciales para mejores resultados. Algo que recomiendo mucho es planear lo que vas a comer en la semana y a su vez que es lo que vas a comer cada día, hacer lista de compras y tratar de apegarse lo más posible a eso y evitar atracones y respetar tus porciones. Una de las cosas que también nos ayudan mucho con todo es leer y comprender la tabla nutricional de los empaques de los productos que consumimos, cuando vamos al super vemos productos como “fitness” y más mercadotecnia aplicada, pero a la hora de ver la tabla nutricional tiene más calorías que los productos convencionales. En la etiqueta hay que fijarse en cantidad total de calorías, calorías por porción y nutrientes por porción para poder adaptarlo a nuestros requerimientos calóricos diarios.
Planear nuestro día es clave para cumplir con todas nuestras actividades diarias, para eso podemos implementar hábitos o “rituales”, esto nos ayuda hasta en nuestra vida personal tanto laboral como social. Cuando planeamos nuestro día incluimos todo lo que tenemos que hacer, desde el trabajo, comer, encuentros con los amigos, hacer ejercicio y es más fácil llevarlo a cabo que decir que no tenemos tiempo que es muy común. Hacer rituales diarios como al despertar hacer un poco de estiramiento o dedicar, aunque sea 15 minutos para meditar en vez de revisar el teléfono o hacer una pequeña caminata con las mascotas nos ayuda a tener buenos hábitos.