La importancia de los bosques endémicos

Por Diana Hoogesteger

Cuando pensamos en bosques, normalmente imaginamos pinos, álamos, oyameles o cualquier árbol de hojas verdes frondosas sobre valles verdes. Pocos pensarán en nopales, garambullos, yucas, huizaches o mezquites; pero en realidad estos también forman bosques con una belleza muy particular. 

Los bosques secos, forman gran parte del país y del mundo, con árboles como las fabáceas y las leguminosas, cactáceas, variadas hierbas y arbustos. También les podemos llamar bosques espinudos, porque en su mayoría las plantas que lo forman tienen espinas.  

Como todos los bosques, son parte esencial del ecosistema de la región y brindan diversos servicios indispensables para la sobrevivencia de las especies que lo habitan, incluyendo al humano.

La capa de vegetación sobre la tierra es como la piel del planeta. Protege y sostiene el buen funcionamiento de todo el sistema. Sin ella el sistema se desintegra. Si dejamos la tierra pelona se expone a la dureza de los elementos (el sol, el viento, la lluvia) y se va perdiendo creando más desertificación.

Los bosques secos de nuestro semidesierto son una joya que debemos reconocer, cuidar y respetar. 

1. Capturan grandes cantidades de CO2 de la atmósfera, devolviendo el carbono a la tierra donde se necesita.

2. Mantiene la capa de la tierra viva para la vegetación y la infiltración del agua para abastecer manantiales y ríos; funciona como esponja.

3. Sirve de hogar y alimento a la fauna de la región.

4. Brinda múltiples usos domésticos, alimenticios y medicinales.

La madre naturaleza es muy sabia y pone en cada lugar los elementos necesarios para la vida y su cuidado. 

Los mezquites y los huizaches son los árboles que forman los bosques endémicos de esta región, acompañados de los árboles de nopal y garambullos. Como todo bosque se forma de diversas capas: la de los árboles y plantas altas, los arbustos, pastos, hierbas y tubérculos. 

Todo ecosistema requiere de diversidad para su buen funcionamiento. Los Mezquites producen raíces largas y profundas, crecen altos para brindar protección a otras especies, creando sombra y manteniendo la humedad. Los huizaches tienen raíces que crecen a lo ancho abrazando la capa de la tierra y manteniéndola fijada. Ambos fijan nitrógeno en la tierra. Las raíces de los nopales logran romper la dureza de los suelos compactados y hasta romper piedras, manteniendo la permeabilidad del suelo. Los arbustos como la uña de gato y el romerillo mantienen la tierra cubierta y tienen periodos de floración escalonada para la vida de los polinizadores a lo largo del año. Las diversas hierbas que vemos en floración hacia el otoño además de su belleza son de uso medicinal o herbolario como el Pericón y las Cinco Llagas. Por último los tubérculos que almacenan humedad y los euforbios como el Sangregado (que tiene uso medicinal) tienen raíces vivas todo el año manteniendo nutrientes  para la microbiología debajo de la tierra.

En conclusión: todo bosque es un sistema complejo de plantas y animales que se relacionan entre sí y que los humanos debemos respetarlos y cuidarlos para nuestro propio bienestar. Los bosques secos son una joya que debemos conservar.