Leyes Naturales: Calor y Desarrollo

Por Diana Hoogesteger

Los humanos somos una especie asombrosamente diversa. Como en la naturaleza, ninguno es como el otro. No hay una roca idéntica a otra, pero aún más diverso es el ser humano con su cultura, genética, lugar de vivienda, clase social, edad, idioma, educación, historia personal, espíritu… Somos cada uno un ser único que piensa, siente, tiene necesidades, deseos, metas, sueños… y en esa diversidad existen opiniones distintas. De las opiniones surgen conflictos o entendimientos. 

Podemos tener opiniones distintas, pensar, sentir y soñar distinto, pero también existen los hechos de la realidad que se rigen por las Leyes Naturales, y esas son iguales para todos. 

Ley: regla o norma universal, constante e invariable a la que está sujeta una cosa por sus características o por la relación con otros elementos. 

Natural: inherente, con base en la naturaleza, la realidad y la verdad.

Hago estas reflexiones porque quiero que pensemos en un tema que todos hemos notado: el calor extremo. 

Muchas partes del planeta están sufriendo de calor extremo y sequía. En México este mes varios estados tuvieron temperaturas de 40º y 45º grados. En San Miguel (aunque mayo siempre es el mes más caliente) hemos tenido calores extremos que nos hacen sudar como si estuviéramos en los trópicos. 

¿Es esto normal? No.

¿Podemos hacer algo al respecto? Sí. 

Si acabas de llegar o llevas tiempo viviendo en San Miguel, seguro te habrás dado cuenta del crecimiento de la ciudad y el cambio en los paisajes y el ambiente. Desde nuestro sentido común notamos que donde hay vegetación, árboles y brisa es mucho más fresco que donde solo hay construcciones. Con el crecimiento de la ciudad, San Miguel ha perdido sus huertos y bosques de mezquite/nopales para transformarlos en estacionamientos, casas y calles… con pocos jardines y un mínimo espacio para la naturaleza, o peor aún, pastos verdes en una ciudad donde el problema del agua es enorme. 

No podemos parar el crecimiento, pero sí podemos decidir cómo seguir creciendo. En dónde compras, cómo construyes, la opinión pública y el apoyo a acciones de la sociedad civil son maneras de influir en lo que sucede. Plantar y cuidar de árboles enfrente de tu portón o en la calle que vives ayuda. Estar más involucrados en crear espacios verdes en zonas públicas y parques ayuda. 

Volviendo al tema del calor extremo y las leyes naturales: suelo pelón, asfalto, casas, calles y coches producen calor; árboles, agua y vegetación crean humedad y aire fresco, que a su vez generan la formación de nubes y apoya a los pequeños ciclos de agua para lluvias locales. 

Mientras perdamos nuestros huertos y tierras de cultivo por calles, estacionamientos y casas, creamos olas de calor y sequía. En los últimos 15 años ha sucedido la peor devastación de tierras y naturaleza por el negocio de desarrollos habitacionales masivos.  

Intentamos que toda construcción llevara captación de agua pluvial y reuso de aguas grises, que por cada tanto de construcción se dejara un 30 por ciento de áreas verdes, y que se regulara la construcción según la geografía natural de ríos, arroyos y la zonas de recarga de agua. Como nuestros gobiernos e inversionistas no han tenido el interés, pensando solo en el negocio, nosotros los habitantes de la ciudad debemos tomar más acción. 

Si viniste a San Miguel por ser un lugar hermoso y abundante, hagamos, como colectivo, que siga bello, verde y abundante. 

Si tu opinión es que el crecimiento es necesario y el negocio es lo más importante para mantener la economía, el hecho es que el Cambio Climático está sucediendo rápido y fuerte. Que si seguimos cortando árboles para construir casas y calles, estamos contribuyendo a las olas de calor, temperaturas más altas y cambios climáticos extremos. Es un hecho que, al enverdecer y restaurar espacios con árboles y vegetación, secuestramos CO2 de la atmósfera, ayudamos a la formación de nubes y mantenemos nuestra ciudad y ambiente más frescos. 

La diversidad es una riqueza, en los humanos y en la naturaleza. Con este hermoso abanico de mentes y personas podemos ser creativos en cómo enverdecer más la ciudad. Pensemos en diversidad de plantas, que nuestros jardines sean abundantes y diversos para polinizadores y pájaros. Juntémonos con vecinos para cuidar de lotes baldíos o parques en nuestra zona. Vivamos en casas más pequeñas con jardines más grandes. Respetemos las leyes de mantener 10 a 30 metros de naturaleza alrededor de todos los ríos, riachuelos y zonas de agua. Compremos juntos más tierras para parques y exijamos a los gobiernos de mantener más espacios de parques y áreas naturales. Nosotros podemos mejorar nuestro ambiente. Somos paisajistas. Para enfriar el planeta, el hecho real es que tenemos que tener más árboles.  

Visita: drawdown.org