Por Zaira Eliette Espinosa
En una entrevista, el escritor Daniel Sada llegó a decir: “Un cuento que se olvida no es un buen cuento: es una de sus características, no sé por qué. Es un género mucho más antiguo que la novela, viene de la leyenda, de la fábula, que tenían que ser muy eficaces para que la gente las recordara, pues iban de boca en boca”.
A las pasadas recomendaciones donde he mencionado libros de cuentos, cuentos memorables, ahora complemento el libro Amores que matan de la escritora Rosa Beltrán. Varios días tuvieron que pasar entre las historias para masticarlas y digerirlas, para llegar al núcleo reflexivo y de tal forma mantener en mi memoria la riqueza de esa ficción más cercana a la realidad.
En la primera parte titulada Cuentos darwinianos se encuentra el texto: “Supervivencia del más apto”, que relata el entrenamiento del marido a su esposa para que ella asuma su ausencia luego de que se quede viuda. Ella se somete a toda clase de pruebas para demostrar al final que la locura puede ser un salvavidas.
Así como Darwin reivindica su teoría de la evolución, Beltrán juega con la evolución de las emociones, ese arraigado sentimiento de pertenencia a una especie que se reafirma en el amor y las ironías. Las relaciones de amor conyugales, filiales, entre madre e hijos, entre psiquiatra y paciente, todo se despliega como un catálogo de condiciones darwinianas que luego pasan al tema de Amores que matan: relatos de amantes y sus noches, amor por las letras, amor a las madres, los amores platónicos, el amor en la posmodernidad, el primer amor, el amor por la familia, el amor por el trabajo, el amor por los viajes, el amor por el ritual y el amor por los ideales.
En el relato Vacaciones, la familia aparece en un paisaje de frustraciones. Cada miembro está delineado con los reveses de lo cotidiano. Se vuelven simbólicos los cangrejos, las claraboyas. La relación de los padres traza una postal de naufragios frente a la playa como testigo y parte, por esa sal que los une: lágrimas y profundidades. El viaje como crónica de la disolución de algo que alguna vez unió.
Beltrán propone un tablero de personajes que aman y desaman, que resuelven sus vidas con la devastadora convicción de amar y al mismo tiempo la renovadora y sutil certeza de que el amor es pura vida en todas las manifestaciones, hasta las más sombrías.
Si usted aún está buscando sus lecturas para el verano, tome en cuenta Amores que matan, cada historia le tendrá una sorpresa, especialmente si le gusta la ficción con toques realistas e irónicos. Rosa Beltrán es novelista, cuentista, ensayista y traductora. Parte de su obra ha sido traducida a diferentes lenguas.