Casa ABBA amplía su apoyo a migrantes

Por Paola Velasco

La migración es la legítima y auténtica búsqueda de una vida mejor para una persona y su familia. Pueden ser varias las causas que llevan a las personas a tomar esta decisión, son situaciones políticas, sociales, económicas o culturales que impulsan la salida del lugar de origen o la llegada al lugar de destino. Por lo general, se trata de factores que restan calidad de vida o atentan directamente contra su vida y sus derechos, es así donde el migrante trata de solucionar esta situación desplazándose de su ciudad o país, en la mayoría de los casos, arriesgando su vida.  

Un migrante es una persona valiente que es capaz de dejar atrás casa y familia para buscar factores que contribuyan a su calidad de vida. Un migrante se expone a muchos riesgos con saber si llegará a salvo al lugar que se propone. Un migrante no es un delincuente, es un ser humano que busca mejores condiciones de vida. 

Como seres humanos, los migrantes merecen un trato digno por parte de las autoridades de cualquier país de acogida, ya que son personas que en su mayoría buscan mejorar su calidad vida, sin embargo, muchas veces los migrantes sufren de maltratos, vejaciones y discriminación, todo lo cual violenta sus derechos humanos. De esta manera, en todos los gobiernos, el tema migratorio será siempre un punto en la agenda de trabajo, sea porque es un país receptor, o bien porque es un país expulsor.

Políticas Nacionales  

La ubicación geográfica de México en la relación entre EE. UU. con Centroamérica y Sudamérica han puesto al país como el primer muro de contención ante el fenómeno de la migración. El Gobierno de México ha detenido hasta octubre de 2021 a 228.115 personas migrantes que transitaban por su territorio de manera irregular. La cifra bate el récord de las detenciones de migrantes de los últimos 20 años y representa un incremento de 37 por ciento respecto a 2019, año anterior a la pandemia, de acuerdo a los datos de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación (Segob). Tanto con el Gobierno de Donald Trump como con el de Joe Biden, la Administración de López Obrador se ha topado con la exigencia estadounidense de ser el muro de contención de la migración desde Centroamérica.

El 8 de junio de este año la vicepresidenta Kamala Harris se reunió con el presidente Andrés Manuel Lopez Obrador y el canciller Marcelo Ebrard para definir un modelo de cooperación para el desarrollo del sur de México y Centroamérica que frenase la crisis migratoria y atendiera de raíz el problema. Uno de los acuerdos es la iniciativa Sembrando Oportunidades, un programa de becas y formación para que jóvenes de Honduras, El Salvador y Guatemala encuentren un empleo estable en sus países de origen.

La mayoría de las detenciones en México se han producido en la frontera sur con Guatemala, puerta de entrada de la migración procedente de Centroamérica. Palenque (Chiapas) es el municipio del sur con más detenciones, casi 9.500; seguido de Suchiate, con 8.834. Sin embargo, se percibe un aumento de las detenciones en Estados alejados de las rutas migratorias, como Guerrero, Michoacán o Tlaxcala; una consecuencia del aumento de la vigilancia y la presión en los viejos itinerarios. Como consecuencia las personas optan por tomar otros caminos más peligrosos en su rumbo hacia el norte. También han aumentado las aprehensiones en el norte del país. Tamaulipas, Sonora o Nuevo León registran incrementos significativos.

La desesperación de Centroamérica 

Como consecuencia de la profunda crisis económica y política que vive Centroamérica, el 84,5 por ciento de las personas que migran a través de México proceden de esta región. En su mayoría de Honduras y Guatemala. De acuerdo con los últimos datos, las autoridades migratorias han detenido a 97.000 hondureños y 64.000 guatemaltecos sin documentos en lo que va de año. La inestabilidad económica, el desplazamiento forzado, la violencia y los efectos del cambio climático son algunos de los motivos que enumeran los organismos internacionales para explicar la migración desde estos países. “A finales de 2020, cerca de 900.000 personas de Honduras, Guatemala y El Salvador habían sido obligadas a marcharse de sus países”, señala la OIM (Organización Internacional para las Migraciones).

En las estadísticas de detenciones de 2021 se aprecia una bajada en el número de personas asiáticas y africanas respecto a 2019 debido a las restricciones impuestas por la pandemia en varios países de América Latina. De manera opuesta, las detenciones de personas procedentes de Cuba y Haití aumentaron. El 10 por ciento del total de detenidos. El drama de los menores no acompañados continúa pese a la bajada en las cifras de detenciones este año. Hasta octubre se detuvo a 48.707 menores, un 3 por ciento menos que en 2019. De ellos, 1.124 viajaban solos, según las autoridades mexicanas. Las cifras sólo reflejan una pequeña parte de lo estimado por las organizaciones internacionales. “De los 226.000 migrantes de Honduras, Guatemala y El Salvador que llegaron en la primera mitad de 2021 a la frontera con Estados Unidos, aproximadamente 34.000 eran menores no acompañados”, detalla la OIM.

Migración en Guanajuato 

En 2020, de Guanajuato salieron 62,476 personas para vivir en otro país, 93 de cada 100 se fueron a Estados Unidos de América. A nivel nacional se registraron 802,807, de ellos 77 de cada 100 se fueron a EU. 

Por otro lado,  los migrantes del centro y sur de América que buscan llegar a los Estados Unidos pasan por el estado de Guanajuato, ubicado en el centro de México, en cuyo proceso son visibles las huellas del maltrato físico y psicológico del que han sido víctimas. En su mayoría se trata de mujeres y niños, quienes, obligados por las condiciones de sus países de origen, han emprendido esta odisea que incluye un sinnúmero de riesgos.

Ciudades como Celaya, Empalme Escobedo, Comonfort, San Miguel de Allende, Irapuato y León tienen alto índice de población migrante. Un porcentaje no determinado de migrantes no continúan su camino hacia su destino, sino que prefieren quedarse en dichos lugares. 

En Celaya por ejemplo existe CASA ABBA, asociación civil fundada en 2015 por Ignacio Martínez Ramírez, un pastor cristiano que echó a andar este albergue en un punto estratégico de Guanajuato por el que cruzan miles de migrantes cada año con la pretensión de cambiar sus vidas. Martínez y sus colaboradores directos, Angie, la psicóloga Abril, no están solos.

Cuentan con grupos de apoyo de San Miguel Allende que ayudan a atender sus necesidades y ofrecer mejores servicios cada vez: alojamiento seguro, comidas, ropa usada para quien lo necesite, privacidad para personas migrantes de la comunidad LGBT que están migrando. Hace un año, con el paso por México de miles de migrantes en caravanas, el albergue llegó a alimentar a más de quinientas personas cada día.

Martínez quiere especializarse en ayudar a los migrantes amputados, quienes a menudo enfrentan una vulnerabilidad y un sufrimiento mayores a los de otros, y lo está consiguiendo. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y el Instituto Guanajuatense para Personas con Discapacidad (INGUDIS) de Silao firmaron una alianza en junio de 2019 para que las personas migrantes que sufran una amputación a su paso por México reciban rehabilitación física y psicológica en Silao.

CASA ABBA tiene planes de seguir creciendo y así poder ampliar su rango de apoyo. Tienen planes de comprar una nueva propiedad donde podrán recibir a muchas más personas y ofrecerles viviendas dignas por más tiempo. Hay muchas familias que incluso ya mandan los niños a la escuela en Celaya y los nuevos planes de ABBA contemplan viviendas para 4-6 miembros de familia y poder vivir tranquilos durante un tiempo. 

En esta nueva propiedad habrá espacio para sembrar y tener huertas sustentables, talleres de oficios y artesanías para sustentar sus gastos. En su página de Facebook invita a que nadie se conforme “con menos de lo que desea”, llama a “tener siempre un nivel de dignidad por encima del nivel del miedo”, y recurre a una frase de Nelson Mandela para enfrentar las situaciones por difíciles que sean: “No hay camino fácil a la libertad en ningún lugar, y muchos de nosotros tenemos que pasar por el valle de la sombras de la muerte una y otra vez, antes de que alcancemos la cima de nuestros deseos…”.

Datos y Referencias extraídos 

 de INEGI / OIM / Gobierno del Estado de Guanajuato/ Eumed (enciclopedia virtual)