Por Irene Fuentes
El pasado 20 de marzo se llevó a cabo un evento muy esperado y especial: la inauguración del primer mural en San Miguel Viejo y las nuevas áreas para actividades culturales y educativas de Ojalá Niños. Fue una mañana soleada en la que más de cien personas de la comunidad de San Miguel Viejo, niñas y niños que participan en los programas de la organización, sus padres y familiares, así como amistades y benefactores de Ojalá Niños, asistieron a este evento preparado con amor por el personal, voluntarios y la Junta Directiva.
Primero, todos reunidos en el área del mural, escucharon de Irene Fuentes, Directora Ejecutiva, el significado de los elementos que componen el magnífico mural, que fueron propuestos por los niños debido a la importancia para ellos y su comunidad. Este mural cuenta el recorrido del primer asentamiento de la zona en San Miguel Viejo, representado por la capilla en la mañana, un indígena con penacho que mira hacia los campos de cactus y cultivos de maíz hasta llegar a la Parroquia por la noche, adornada con las estrellas de «La Alborada».
Esta es la historia de los pueblos de San Miguel Viejo y San Miguel de Allende en un mural de aproximadamente 100 metros cuadrados, realizado por niñas y niños de la comunidad con la ayuda de Ranchero Pandillero, un grupo de jóvenes artistas que utilizan la música y el arte para mantener a los jóvenes alejados de las pandillas y las adicciones. Y para exaltar esta historia contada a través del mural, el grupo de bailarines tradicionales «Indios de la Conquista SMV» de la comunidad deleitó a los presentes con su danza y música tradicional.
¡Luego, el corte de listón! Elsmarie Norbie, fundadora y visionaria de Ojalá Niños y el staff cortaron una cinta roja para inaugurar el Huerto de Barry, un área para jugar en un espacio seguro, que cuenta también con un espacio para presentaciones, bailes y muchas otras actividades culturales y educativas. En este espacio, se enseña cómo cultivar alimentos, nutrición y cuidado del medio ambiente, arte, música, danza y las habilidades para inspirar creatividad, pensamiento crítico y confianza en sí mismos. El área lleva el nombre en honor a Barry Annino, un generoso amigo que donó el terreno a la organización.
Elsmarie aprovechó este momento para expresar sus sentimientos a la comunidad y dijo: «Ustedes son mi gente; esto es para ustedes».
Todas las personas asistentes entraron a las instalaciones, niñas y niños corrieron a los juegos y mientras el grupo de canto de Rossana daba un encantador concierto y una enorme piñata donada por Ron Lenox se rompió. Hubo tacos, bocadillos y agua fresca y el grupo de música regional de Juan Daniel, el talentoso guía de la clase de mosaico tocó y preparó el ambiente para esta celebración. Fue una tarde maravillosa para honrar en vida a Elsmarie Norby e iniciar una nueva etapa de Ojalá Niños. Visita www.ojala-ninos.org