Por Paola Velasco
Desde hace tres meses se vive una guerra a gran escala en Ucrania, algunas ciudades se mantienen un poco más tranquilas y otras están padeciendo más los estragos. Vlad Branashko, Agregado Cultural de la Embajada de Ucrania en México, visitó recientemente San Miguel de Allende porque acudió al evento/concierto de recaudación de fondos que se llevó a cabo el pasado 28 de abril en Casa Europa.
En entrevista exclusiva para Atención San Miguel nos habló de cómo la República Mexicana siempre ha estado en favor de la soberanía territorial. México fue uno de los primeros países latinoamericanos en reconocer la Independencia de Ucrania. En 2014 tras la “Revolución por la dignidad” ha apoyado fuertemente a Ucrania desde la primera invasión de Rusia. Sin embargo, lo que vemos hoy día es una invasión a gran escala y descubierta.
Desde un inicio, México, siendo miembro del Consejo de Seguridad de la ONU, ha apoyado firme y claramente votando a favor de las resoluciones condenando la agresión rusa, reconociendo la soberanía e integridad territorial de Ucrania. México es muy importante como líder regional y junto con Francia han hecho una llamada mundial para la ayuda humanitaria.
La sociedad mexicana ha organizado muchos eventos en beneficio para Ucrania, como lo fue en esta ocasión el Concierto en Casa Europa, “el apoyo y la empatía que sentimos es muy conmovedora”, comentó Branashko. “Todos los días recibimos mensajes de apoyo y preguntas de cómo podemos ayudar. Nos sirve mucho visualizar el tema y fomentar la recaudación de fondos para causas humanitarias”.
Los fondos recaudados se pueden seguir a través de la página de Facebook @Embajada de Ucrania en México, donde se observan los fondos verificados que se mandan a Ucrania para la causa apropiada. Hay fondos para ayuda de voluntarios en la línea de guerra, otros para niños, otros para mujeres embarazadas, entre muchos más. Las embajadas Ucranianas por todo el mundo están siempre en comunicación y se intenta hacer que las ayudas sean específicas.
Para Branashko como para muchos otros diplomáticos acreedores del mundo, la situación es muy compleja. Por un lado son voceros de la situación actual de su país, pero también tienen familiares y amigos que están en riesgo. “Cada día tengo miedo de ver las noticias en redes de mis amigos y saber que alguno haya podido ser asesinado”, finalizó Branashko.