Por Carolina de la Cajiga
En la calle de Ánimas 24, Centro, se encuentra un salón de belleza decorado en estilo minimalista en tonos blancos con un elegante logo dorado que demuestra la capacidad natural de Juana Rivera de crear belleza al transformar un simple local en un espacio refinado y acogedor.
Juana, la dueña, desde muy joven se interesó por el mundo de la belleza, aunque solo hace ocho años que decidió estudiar estilismo y maquillaje. Desde entonces se ha dedicado a esta profesión formalmente y sigue actualizándose tomando cursos en Querétaro y la Ciudad de México. Lo que más le atrae es el maquillaje, particularmente el de novias, y el artístico, como el de las catrinas para el Día de Muertos.
Los servicios que ofrece son extensos: corte, peinado, tinte, tratamientos capilares de queratina, botox capilar, planchado de ceja, rizado permanente de pestañas. Además hace ‘microblading’, una delicada e innovadora técnica de tatuaje semipermanente para diseñar cejas perfectas y naturales que elimina tener que hacerlo a mano diariamente. Su pasión es el maquillaje de novias y la colorimetría —una ciencia compleja para determinar cuáles matices cálidos y fríos van mejor con cada tipo de cabello y los diferentes tonos de piel.
La clientela de Juana es variada. Incluye mujeres y hombres que desean algo más que un simple corte, jóvenes vanguardistas que apetecen los últimos estilos, y hasta pequeños que sus padres desean que luzcan a la moda.
Su establecimiento abre de 10:30 a 18:00 horas, de lunes a sábado. Lo encuentras en Facebook e Instagram bajo el nombre de Stilo Studio by Juana Rivera. Para tener la completa atención de Juana lo mejor es hacer una cita al 415 566 1546 vía WhatsApp.
Cuando el cliente llega, Juana indaga qué es lo que tiene en mente para sugerir opciones. Esto es muy importante para evitar confusión y desilusión. De esta manera se asegura de proporcionar lo mejor para que los clientes salgan satisfechos y regresen con ella.
Como la gran mayoría de las mujeres, Juana balancea su vida entre su trabajo dentro y fuera de casa. Además de ser esposa, es madre de un energético niño de tres años. Cuando era más pequeño, las abuelas y la nana eran esenciales. Ahora él ya va al Jardín de Niños y esto le da un tiempito a Juana en las mañanas, antes de abrir su negocio, para hacer ‘spin’ o salir a trotar y mantenerse en línea y saludable. Al cerrar el salón de belleza, Juana llega a casa a cocinar y preparar lo que Alex, su hijo, necesitará al día siguiente, más la multitud de actividades planeadas y sorpresivas que suceden a diario.
El sueño de Juana es tener un salón más grande, apoyada con un equipo profesional que tenga la misma pasión que ella por brindar el mejor servicio a sus clientes.
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