Por Paola Velasco
Los cambios en las políticas de los Estados Unidos sobre inmigración y deportación tienen numerosos impactos negativos que afectan a los individuos, a sus familias y a las comunidades que se ven obligadas a dejar atrás. Estas políticas se han alejado del objetivo de la reunificación familiar y tienen el potencial de perjudicar a los ciudadanos estadounidenses, incluyendo menores, al separar a las familias.
El veintiséis por ciento de los niños de los Estados Unidos tiene al menos un padre inmigrante, lo que significa que los problemas de los inmigrantes afectan a una gran parte de los niños de EE.UU. Los padres indocumentados que enfrentan acciones de aplicación de la ley de inmigración, como la separación familiar, la deportación de los padres y la detención, pueden preocuparse por los efectos de estos eventos en sus hijos.
‘Caminamos Juntos’ es una asociación civil que atiende las necesidades de integración y acompañamiento a las personas y a las familias deportadas. Es la única en su tipo en el centro de México, generalmente los centros de apoyo de deportación se encuentran tanto en la frontera norte del país como en la frontera sur. Esta A.C. en San Miguel de Allende no sólo reacciona en el momento de la deportación, sino también en todo lo que viene después.
En entrevista exclusiva para Atención San Miguel, platicamos con Lorena Patiño, Directora de Caminamos Juntos A.C., que recientemente tomó el cargo con toda la actitud y todo el compromiso de aportar al trabajo de acompañamiento digno. Esta asociación está organizada en cuatro áreas muy importantes:
- Apoyo legal: La gran mayoría de las veces, los recién deportados, sobre todo los niños que nacieron en Estados Unidos, no tienen actas de nacimiento mexicanas, ni CURP, ni ninguna documentación. Se tiene que hacer un trabajo binacional para regularizar la situación legal del individuo. En muchos de los casos, los niños deportados no pueden ni entrar a la escuela por falta de documentos. Esta asociación está trabajando en un modelo de regularización eficiente para ganar tiempos.
- Apoyo laboral: Esta área es importantísima, ya que será la que permita generar recursos para los migrantes. Se ofrece asesoría a los migrantes cuando lo requieren, así como apoyo para poder llevar a cabo proyectos económicos relacionados con sus oficios y, por supuesto, cualquier impulso de emprededurismo que tengan.
- Integración comunitaria: Es un programa de vinculación con familias locales para que los migrantes realicen actividades sociales que les permitan desarrollar relaciones afectivas. Muchas veces familias o personas que han pasado por la misma experiencia tienen mucho que compartir, eso hace que los recién llegados puedan sentirse cómodos para contar sus vivencias.
- Apoyo psicológico: Después de pasar el trauma y los efectos de una deportación, es necesario brindar sesiones de terapia —idealmente sesiones familiares— con ayuda de un especialista. Se sabe que es mucho el estrés que vive el migrante al empezar de nuevo.
El próximo septiembre de este año se celebrarán cuatro años de trabajo, y la asociación espera hacer un evento de recaudación de fondos para poder seguir fortaleciendo sus acciones.
Caminamos Juntos vive gracias al apoyo de voluntarios, donaciones particulares y de fundaciones internacionales. Asimismo, hace un llamado a la comunidad ya que se necesitan voluntarios para dar clases de español puesto que muchos de los niños y adolescentes deportados no saben hablar el idioma.
Para mayor información, comunícate al 461 318 79 67, entra a su página web: http://www.cjsma.org/ o envía un correo a contact.cjsma@gmail.com
