Rosalba Rangel, y su vida dando una mano

Por Jesús Aguado

Si platicamos con Rosalba Rangel (oriunda sanmiguelense), sus memorias van hasta los seis años. Concluyó la primaria, se divorciaron sus papás; y comenzó a trabajar a los 12 años—ya luego terminó la primaria, y su licenciatura quedó trunca. Pero eso no le ha impedido que por casi 50 años se involucre en asociaciones civiles y tienda una mano a quien más lo necesita. Hoy su vida, además de seguir ayudando, está dedicada a los bienes raíces desde hace casi 35 años. 

Jesús Aguado: ¿Cuál es el mejor recuerdo que tienes de vivir en el Centro de la Ciudad?

Rosalba Rangel: Mi niñez, entonces se respiraba tranquilidad. Mis recuerdos van al Parque Juárez de paseo; respirar aire puro con los hermanos, disfrutar de todas las tradiciones. Entonces disfrutábamos nadar en la pila del parque, subir por el Chorro a los lavaderos y espantarnos con las historias de La Llorona y el descabezado que nos contaban nuestros tíos, encargados de la iglesia del Chorro.  Desde pequeños podíamos ir al Centro solos y sin temor alguno, todo era muy tranquilo y eso se disfrutaba mucho.      

JA: ¿Cómo decidiste que tu vida estaba encaminada a ayudar a otros?

RR: Comencé a trabajar en El Centro de Crecimiento con la Sra. Luz María Maxwell, ahí me di cuenta de que las necesidades eran muchas y poco el recurso para poder ayudar a todos. Se me hacía un nudo en la garganta, el no poder ayudar a todos era muy frustrante y comencé a involucrarme cada vez más. 

Cuando tuve la oportunidad de ser Rotaria en 1991, presidí “La avenida del servicio a la comunidad” comenzamos a ayudar niños de comunidades y apadriné a un joven de Agustín González que tenía problemas graves en su rostro; le apoyamos en diferentes cirugías y se hizo una amistad tan grande que mis hijos fueron los padrinos primera comunión de él y su hermana, esos detalles te alientan a seguir ayudando más y más. 

Invitada por el doctor José Guadalupe González entré al Consejo de Cruz Roja SMA, aquí reafirmé y nutrí el amor por seguir apoyando. Es una Institución muy noble con un personal que vale oro y durante siete años hicimos lo mejor que pudimos por mejorar las condiciones del personal y la Delegación; he participado como voluntaria del DIF y del Hospital General, apoyando en todo lo que está a mi alcance. Eso me llena el Corazón.     

JA: Hay una frase que indica “las personas no son recordadas por vivir eternamente, sino por sus obras. ¿Por qué obra te recordarán los sanmiguelenses?

RR: No sé, si seré recordada, pero mientras pueda seguiré apoyando siempre. 

JA: ¿Crees en la idea que en la ciudad hay tres San Miguel? 

RR: La verdad sí, creo que se ha segmentado mucho. Desde que nos voltearon a ver los migrantes adultos para vivir aquí su vejez, San Miguel comenzó a encarecerse poco a poco, aunado al gran turismo que ahora tenemos y donde no todos podemos acceder a los altos precios.  

JA: Si pudieras cambiar algo en la ciudad, y estuviera en tus posibilidades ¿Qué sería?

RR: La corrupción, la prepotencia y la apatía (sé que pido mucho, pero sería mi ideal).  

JA: Si fueras presidente municipal ¿Cuál sería la obra que propondrías para la ciudad? 

RR: Me encantaría poder crear un asilo para albergar a todos aquellos en situación de calle, darles una segunda oportunidad; ofrecerles médicos y capacitarlos en algo que ellos consideren sea su fuerte para que puedan ser productivos por sí mismos y sembrarles la semilla, y en el futuro y conforme a sus posibilidades ellos puedan hacer lo mismo con alguien más.  

JA: ¿Cómo a través de tus ojos ha sido la transformación de San Miguel? Desde el lado de los bienes raíces, ¿es buena, o es mala?

RR: Hemos tenido mucho, pero mucho crecimiento positivo, sin embargo todo en exceso puede resultar contraproducente. La evolución y crecimiento deben ser ordenados y planeados con mucha cautela y responsabilidad, a mi punto de vista han sido en proporciones exageradas y sin la planeación adecuada.

 JA: ¿Hay alguna frase que te identifique, o digas a las personas para cambiarles el día, la actitud, o la energía?

RR: Siempre digo “Que Dios te Bendiga” 

JA: ¿Cuál es tu calle o café favorito?

RR: Calle del Chorro donde crecí, café favorito negro y sin azúcar 

JA: ¿Alguna recomendación para visitantes?

RR: Prever siempre su estancia y tratar de acercarse a personas certificadas siempre es más seguro