Foto del Centro de Información Palestino
Por Bernardo Moreno González
En vísperas navideñas, entrevisté a Paulina Viladomat, profesionista mexicana que radica en Palestina desde el año 2012. Paulina tiene maestría en Derechos Humanos y Buen Gobierno por la Universidad de Madrid, y Certificado de Consultor de Paz y Conflictos, por la Academia para la Transformación de Conflictos, en Bonn, Alemania. Ha trabajado en diferentes organizaciones en busca de mejorar las condiciones de la comunidad palestina, como el campo de refugiados Al Fawwar, donde desarrolló sistemas agrícolas sustentables. Actualmente es asesora del Servicio Civil de Paz de la Organización GIZ (Sociedad alemana para la cooperación internacional) en Ramallah.
BM: Entendemos que la zona histórica de Palestina ahora es Israel, Gaza y Cisjordania (West Bank). ¿Nos puedes orientar en términos geopolíticos?
PV: Básicamente Palestina es la Franja de Gaza y Cisjordania, territorio que incluye Jericó, Belén, Naplusa, Jerusalén del este —incluida la ciudad vieja— y Hebrón. Cisjordania fue parte de Jordania desde 1950, tras la guerra árabe-israelí. Luego fue ocupada por Israel en 1967, en lo que se conoció como la guerra de los seis días.
HAMÁS (organización política palestina) ganó las elecciones en Gaza en 2007 y desde entonces es la autoridad en el territorio. Se hace referencia a Gaza como: “la prisión más grande del mundo, la única prisión en el mundo donde los presos tienen que mantenerse a sí mismos. Israel es la autoridad en los territorios, sin las obligaciones» escribió Weisglass, uno de los principales asesores de Ariel Sharón, primer ministro de Israel entre 2001 y 2006.
En Cisjordania, la autoridad Palestina promueve la ficción de que es independiente de Israel, mientras trabaja íntimamente con el aparato de seguridad israelí para proteger privilegios de ocupaciones israelíes ilegales. Desde 2004, Abbas ha sido el presidente de Palestina (excluyendo, obviamente a Gaza), quien ha ejecutado más de trescientos decretos presidenciales, sin formar un parlamento. A lo largo de los años Abbas ha controlado a sus rivales políticos, monopolizando los diversos procesos de toma de decisiones y aplicando medidas cada vez más autoritarias para desarticular y reducir el espacio para la democracia y la participación palestina. Esta fragmentación y fragilidad política se ha visto agravada por las continuas luchas internas entre FATAH (partido gobernante en Cisjordania) y HAMÁS (gobierno palestino en Gaza).
BM: Para poner un ejemplo, ¿cómo es la situación en Ramallah (Cisjordania), donde radicas actualmente?
PV: La Autoridad Palestina FATAH es el organismo que tiene control total sobre el área “A” y parcialmente en el área “B” de Cisjordania, mientras que en el área “C” la autoridad es Israel, esto como consecuencia de los acuerdos de Oslo en 1994. Donde vivo es del tipo área “A” y es la ciudad de Ramallah. Un lugar en el que, en teoría, la presencia de cualquier soldado israelí es ilegal. En realidad no se respeta y de hecho defienden ocupaciones ilegales que constantemente suceden, destruyendo y quemando granjas palestinas.
BM: ¿A qué te refieres con Ocupaciones Ilegales y qué significan?
PV: Los asentamientos israelíes construidos dentro de Palestina son ilegales según el derecho internacional. La mayoría de estos asentamientos se encuentran en el Área «C» y se les permite portar armas, a menudo atacan a palestinos, asolando casas, edificios y tierras de cultivo. Israel continúa expandiendo los asentamientos existentes, así como anexando más tierras palestinas para construir nuevos asentamientos. El efecto acumulativo ha negado a los palestinos la capacidad de crear un estado palestino viable. Desde 1967 hasta 2017 se establecieron más de doscientos asentamientos israelíes en Cisjordania; su población actual es de casi seiscientas veinte mil personas. Los asentamientos atropellan los derechos humanos de los palestinos, se erigen puestos de control que limitan el movimiento de los mismos. Además de negarles el acceso a las tierras de cultivo cerca de los asentamientos.
La comunidad internacional considera ilegal el establecimiento de asentamientos israelíes en Palestina por un par de razones: violan el artículo 49 del Cuarto Convenio de Ginebra y pasan por alto declaraciones internacionales. En realidad la cuestión fundamental es que no hay suficiente presión mundial para detenerlos.
BM: ¿Cuál es el sentimiento general de los palestinos después de 73 años de ocupación?
PV: Existe un sentimiento de frustración, falta de confianza y reducción de los espacios en los que la sociedad civil y las ONG´s (organizaciones no gubernamentales) pueden operar e influir hacia un estado palestino independiente. Tampoco hay ningún grupo palestino organizado para la resistencia, además de falta de liderazgo en general. Existe una profunda desesperanza como resultado de muchos años de opresión por parte de la autoridad Palestina (FATAH), la ocupación israelí y falta de compromiso por parte de la comunidad internacional. También existe la sensación de que nada cambia y se mantiene el statu quo por parte de la comunidad internacional e Israel. Falta de motivación entre el público árabe, falta de representación y falta de influencia.