Por Alejandro Angulo
El Día Mundial del Medio Ambiente se celebra el 5 de junio. Fue establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1972, con el objetivo de concienciar a la población mundial sobre la importancia de proteger y preservar nuestro entorno natural. Cada año, la celebración se centra en un tema específico para destacar una problemática ambiental relevante, se organizan diversas actividades y eventos en todo el mundo para generar conciencia y promover acciones concretas en beneficio del medio ambiente.
Algunos de los temas abordados en años anteriores incluyen la contaminación del aire, la biodiversidad, el cambio climático, los océanos, la gestión de desechos y la conservación de los bosques. Estos temas buscan llamar la atención sobre desafíos ambientales urgentes y fomentar cambios positivos en los comportamientos individuales y colectivos. Ahora bien, pasadas las celebraciones con las que llenamos las redes sociales donde aparecemos todos plantando arbolitos, limpiando playas o dando discursos, la pregunta que nos queda después de refrescarnos la memoria de los peligros que traen consigo el calentamiento global y el cambio climático es ¿qué tanto estamos haciendo a nivel local, nacional y global para detener el deterioro del medio ambiente?
La amenaza del calentamiento global se refiere al aumento gradual de la temperatura promedio de la Tierra debido al aumento de gases de efecto invernadero en la atmósfera, principalmente causados por la actividad humana, como la quema de combustibles fósiles, la deforestación y la producción industrial. El objetivo que nos hemos planteado como humanidad es el de mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 1.5 grados Celsius, según el Acuerdo de París, un acuerdo internacional adoptado en 2015 por la comunidad internacional para abordar el cambio climático. Limitar el calentamiento global a 1.5 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales se considera fundamental para evitar impactos climáticos catastróficos.
Aquí hay algunas razones por las que es importante mantener el calentamiento global por debajo de 1.5 grados Celsius:
Impacto en los ecosistemas: El aumento de la temperatura puede tener consecuencias graves para los ecosistemas terrestres y marinos, incluyendo la pérdida de biodiversidad, el blanqueamiento de los arrecifes de coral, la extinción de especies y la alteración de los patrones de migración de animales y plantas.
Aumento del nivel del mar: El calentamiento global está relacionado con el derretimiento de los casquetes polares y los glaciares, lo que lleva a un aumento del nivel del mar. Esto representa una amenaza para las zonas costeras bajas y las islas, con el riesgo de inundaciones más frecuentes y severas, así como la pérdida de hábitats costeros.
Eventos climáticos extremos: El cambio climático está asociado con un aumento en la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos como sequías, tormentas, inundaciones y olas de calor. Estos eventos pueden tener un impacto devastador en la agricultura, la seguridad alimentaria, la infraestructura y la salud humana.
Escasez de recursos naturales: El calentamiento global puede afectar la disponibilidad de recursos naturales, como el agua dulce y los cultivos agrícolas, lo que podría desencadenar conflictos por los recursos y agravar las desigualdades socioeconómicas.
Para alcanzar el objetivo de mantener el calentamiento global por debajo de 1.5 grados Celsius, se requiere una reducción significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero, la transición hacia fuentes de energía renovable, la conservación de los ecosistemas naturales y la adopción de prácticas sostenibles en todos los sectores. También implica la colaboración internacional y el compromiso de gobiernos, empresas y ciudadanos para tomar medidas concretas y urgentes en la lucha contra el cambio climático.
¿Probable o improbable el 66% que rebasemos el límite del 1.5 °C?
Las cifras van cambiando cada año con respecto al porcentaje de probabilidad de que se rebase el 1.5 C°. Todo empezó con estimar un 20% y el año anterior se pronosticó un 50%. Seguramente te preguntarás por qué sube la probabilidad de rebasar el 1.5°C. No hay más explicación que el retraso que se lleva en todo el mundo para implementar las medidas de mitigación. Pero para este año se estima una probabilidad del 66%, lo que nos lleva a cuestionar si es probable o improbable que se rebase el límite del 1.5°C.
Los investigadores dicen que este 66% de posibilidades de que superemos el umbral de calentamiento global de 1,5 °C suceda entre ahora y el 2027. Estas posibilidades se ven aumentadas no sólo al retraso, sino también al aumento de las emisiones de las actividades humanas y un probable patrón climático de El Niño a finales de este año. Romper dicho límite, incluso por tan solo un año, se traduce en una señal preocupante de que el calentamiento se está acelerando y no desacelerando. Ahora bien, los científicos dicen que aún hay un poco de tiempo para restringir el calentamiento global, pero se requiere de reducciones drásticas de las emisiones.
Hay que agregar a tal situación la aparición de El Niño, un fenómeno meteorológico con implicaciones globales. Durante los últimos tres años, el mundo ha estado experimentando un evento de La Niña que ha amortiguado el calentamiento climático hasta cierto punto, pero ahora, el calor adicional que El Niño traerá a la superficie del Pacífico probablemente impulsará la temperatura global a un nuevo máximo el próximo año. «Los informes del IPCC muestran que podemos prevenir daños irreversibles a las personas y al planeta si ampliamos las soluciones probadas disponibles ahora: reemplazar los combustibles fósiles con energías renovables, aumentar la eficiencia energética y reducir el uso de energía y recursos son el camino más seguro para limitar el calentamiento global a 1.5C».
En particular, el nuevo informe del IPCC señala que será necesaria la eliminación de CO2 para contrarrestar las «emisiones residuales de gases de efecto invernadero difíciles de reducir» a fin de alcanzar cero emisiones netas de CO2 o gases de efecto invernadero. Sin embargo, los sectores con estas emisiones difíciles de reducir incluyen la agricultura, la aviación, el transporte marítimo y los procesos industriales (estos sectores se consideran difíciles de reducir debido a la falta de tecnología o al alto costo de la descarbonización).
Asimismo, el cambio climático puede impactar el Producto Interno Bruto (PIB) de los países, y de acuerdo con el reporte de Bloomberg Línea (empresa mundial de información financiera y noticias) del 17 de mayo, Colombia y Venezuela serían los países con mayor afectación de alrededor del 20% de su PIB, mientras que para México se estima en 17.5%, para Brasil en 17.8%, y Uruguay con 14 %.
Regresando a lo probable o improbable de que se rebase el 1.5°C para 2027, podemos decir varias cosas: primero, que de manera simple se observa que ya hay más probabilidad de que ocurra en tanto ya se rebasó el 50% y la tendencia ha sido a incrementarse; y segundo, aún faltaría analizar si habrá una respuesta positiva por parte de los gobiernos, empresas y ciudadanos más drástica para disminuir las emisiones antes del 2027; por último, sopesar, en caso de que la respuesta sea positiva y drástica, si los medios y acciones serán los más adecuados para este corto tiempo que nos queda.
Por ahora, en esta semana de celebraciones y eventos relacionados con el medio ambiente, desde Atención San Miguel no nos queda más que reconocer a las personas y organizaciones, que no son pocas, que durante todo el año, sin descanso, trabajan en acciones a favor de la recuperación, conservación y protección del medio ambiente. Si bien no podemos mencionar a todas, es importante reconocer a organizaciones como Salvemos al Río Laja, Charco del Ingenio, Caminos de Agua, Cuerpos de Conservación de Agua de Guanajuato, Fondo de Apoyo Infantil, Audubon, Club de Rotarios, Vía Orgánica, El Maíz más Pequeño, entre otras.
Mientras tanto, en San Miguel, la sociedad tiene importantes desafíos que superar: el crecimiento urbano acelerado, la contaminación del agua y el aire, la deforestación, entre otros temas pendientes. Los problemas son variados y complejos, y contamos con un territorio amplio y diverso. En estos momentos, nos enfrentamos al grave problema de la Presa Allende, afectada por la proliferación del lirio. Desafortunadamente, se ha convertido en parte del paisaje cotidiano y, al mismo tiempo, es un recordatorio contundente de las consecuencias de la mala gestión de los recursos naturales y el desarrollo urbano que hemos experimentado durante décadas. Estaremos monitoreando y publicando sobre las acciones que la Sociedad Civil está organizando para abordar este problema.