Por Paola Velasco
La vocación territorial del vino se fortalece cada vez más, el gran esfuerzo entre productores y secretarías de Turismo han posicionado a Guanajuato como uno de los principales destinos vitivinícolas de México. El próximo 13 y 14 de julio se llevará a cabo el 1er. Congreso Vitivinícola de Guanajuato “Don Juan Manchón Arcas” en la ciudad de Dolores Hidalgo. Un evento dirigido a la comunidad de profesionales técnicos en Enología y Vitivinicultura, agrónomos, consultores y productores de vino. Habrá experiencias cruzadas, sesiones técnicas y sesiones científicas.
En este evento vendrán ponentes nacionales e internacionales a compartir su especialización en temas relacionados con la producción del vino. Algunos de los ponentes son: Pedro Izquierdo de Chile, Daniel Exposito de España, Francisco Rodríguez de Casa Madero, Javier Lo Forte de Argentina, Maricruz Antolín de Argentina y Juan Manchón de Guanajuato, entre otros.
Platicamos con Natalia Lopez Mota, dueña de Cava Garambullo y miembro del Consejo Directivo de la Asociación de Uva y Vino de Guanajuato, así como miembros del Comité Técnico de la Asociación de Uva y Vino, grupo que estuvo a cargo del contenido y la selección de ponentes en este encuentro y esto fue lo que nos comentó: “Este evento tiene una especial importancia porque es de las primeras iniciativas de este tipo, no sólo en Guanajuato, sino en el centro del país. Decidimos como asociación hacer este seminario, y convocar a expertos en el tema para permitir el intercambio entre profesionales de la zona. Para fortalecer el tejido no solo turístico, sino también económico y seguir profesionalizando el tema vitivinícola. Cuando se crea una región nueva, es vital compartir para unificar visiones. Esto nos habla de una madurez en la región, todos los vinos producidos reflejan el trabajo de todos los productores de la zona.”
Tradición Vitivinícola
Hay datos que dicen que el Cura Miguel Hidalgo enseñó la producción del vino en el municipio de Dolores Hidalgo hace dos siglos y no ha sido sino hasta hace unos años que estas tierras han retomado su vocación para ver crecer impresionantes casas vinícolas y bodegas que llevan en su sabor y aroma lo mejor de esta historia. Del histórico Pueblo Mágico de Dolores Hidalgo al encantador pueblo de San Miguel de Allende, numerosos ranchos resguardan la tradición del cultivo de la vid y la producción artesanal de exquisitos vinos.
Esta ruta al ser más extensa ofrece una gran variedad de opciones tanto gastronómicas como de atractivos.
Actualmente se producen unas 300 mil botellas de vino en el Estado y se pueden visitar varios viñedos con sus respectivas bodegas, cada una con sus características y productos de gran calidad. Visitar estos lugares es conocer más sobre la producción vitivinícola, disfrutar de los parajes y del “terroir” guanajuatense y gozar de la experiencia de probar excelentes vinos y otros productos de Guanajuato.
Viñedo de los Senderos
Cuenta con 125 hectáreas y es el primer modelo de desarrollo sustentable tipo resort holístico y comunidad de usos mixtos en Latinoamérica. Ofrece recorridos y catas. Cuenta con dos restaurantes, spa y un espectacular lago.
Cava Garambullo
Proyecto de producción de vinos naturales con técnicas ancestrales. También ofrece asesorías en producción y conferencias. Una vez al mes tienen Open Cellar de sus vinos recientes.
La Santísima Trinidad y Viñedos San Francisco
Son desarrollos inmobiliarios hermanos que tienen un área de viñedos, olivos y lavanda, además de un hotel boutique, campos de polo, restaurantes, spa y talleres para el uso del olivo y la lavanda, así como clases de yoga. Ofrecen catas de sus vinos y de otros productos como queso y aceite de oliva.
Viñedo Los Arcángeles
Este viñedo es una vinícola familiar y produce vinos de calidad internacional.
Cuenta con visitas guiadas, catas de vino, catas de cerveza artesanal, fogatas y vino, campamento bajo las estrellas, cine al aire libre, picnic, cenas románticas, organización de toda clase de eventos sociales y bodas.
Cuna de Tierra
Este viñedo cuenta con más de 20 años de antigüedad y con más de 50 medallas internacionales, no solo por sus vinos sino también por su arquitectura, ya que el proyecto toma en cuenta la vinculación entre el sitio y las necesidades de los procesos de producción del vino.