La singular voz, y humor de Javier Zavala acompañaron por la mañana a cada sanmiguelense desde que tomó el noticiario Sucesos sucedidos o que van a suceder, en la XESQ Radio San Miguel; luego del fallecimiento del gran PPKBZÓN en 2003. Él, Javier Zavala, me introdujo en el mundo de la comunicación.
Hoy los sanmiguelenses han perdido otra de las grandes instituciones de la comunicación; un padre de familia, un hermano, un ciudadano, político, un amigo.
Esto es lo que algunos de los periodistas de la ciudad, lejos de cercanías o lejanías, diferencias o convergencias, escribieron sobre él, incluyendo el mensaje de su esposa, Lucy Núñez (Presidente de San Miguel de Allende, 2012-2015).
Lucy Nùñez. Directora Ejecutiva Canal 4 (XHSMA). “Agradecemos a todos los que nos unimos para despedir a nuestro Javi. A nombre de la familia agradecemos las muestras de cariño y solidaridad. Quiero decirle al pueblo de San Miguel que Javi era un hombre ligero, feliz; era feliz con muy poco. Nos enseñó que hay que disfrutar de la vida. Que aquí siempre habrá cosas lindas que valorar, disfrutar.
Hoy que nos sorprendió la muerte, que nos lo arrebató, también hay cosas lindas porque nos deja una enseñanza de amor, de vivir ligerito, de hacer la broma de sonreír a todo el mundo. Sé que ahora Dios lo tiene con Don Manuel. Y sé que están sonriendo, porque Don Manuel siempre decía que no hay que tomar la vida tan en serio porque nadie sale vivo de este mundo, y hoy ahí está Javi con su papá y amigos que se adelantaron.
Nosotros nos quedamos agradeciendo a nuestro señor que nos haya permitido (en lo personal 33 años de feliz matrimonio, y procrear dos hijas maravillosas). Todos tendremos historias lindas que recordar, y así lo queremos despedir. Qué bonita es esta vida”. Extracto del mensaje de Lucy Núñez durante la misa de despedida a Javier Zavala, 9 de febrero, 2021.
Maritere Rodríguez (Maritere Contigo) “Javier era feliz porque no le apuraba nada , no le apuraba el tiempo, y como todo el mundo lo esperaba: no le apuraba llegar pronto a ningún lado. No le apuraba el hambre, ni el cansancio. Solo decía: estoy pelas y ya. No le apuraba perder las cosas, y menos si no eran suyas. Entonces andábamos todas detrás de él cuidándole las llaves , los papeles importantes, un día se le olvidó una de sus hijas en casa de su mamá y se tuvo que regresar. Cuando Lucy le pregunto ¿dónde está la niña? te dije que te la trajeras. Él se moría de risa cuando lo platicaban, y la niña (ya adolescente) se le quedaba viendo con cara de ‘híjole papá!
Eso sí nunca se le olvidaba traer dinero, era muy generoso y creo que pocas veces le negó un préstamo a sus colaboradores, que más que eso eran sus amigos. Ninguno tiene menos de 10 años trabajando ahí, así es que creció con muchos de ellos , para todos era Javi .
Mi tío (Manuel Zavala) le heredó su larga fila de entenados: a una señora siempre le daba para acabalar su recibo de luz, a otro le ayudaba con su medicina, o con la renta, cada mes ahí estaban todos y a ni vino le quedaba mal. Era muy generoso. Pedía su desayuno y le pedía a todas las de su oficina. Le gustaba el Beagle de tocino y jitomate. Un día llegó y me dijo ¿qué comes? Le contesté: Beagle, mmmm yo quiero uno”.