Reconocimientos para la San Miguel de Allende; be or not to be

Por Francisco Peyret 

Es un clásico de cada cafetería o restaurante que, durante la mañana de cada día, un grupo de amigos y amigas se apropie de una mesa o de un rincón del establecimiento. Estas camarillas cada mañana se reúnen a conspirar, acostumbran a discutir y resolver los problemas más relevantes del momento, pueden ser temas a nivel internacional, nacional o, simplemente, se trata de proponer las soluciones a los problemas más comunes, pero también más importantes de nuestro municipio. 

“¡Ahora que se acabe el agua!” “¡Ahora que la contaminación!” “¡Que ahora el crecimiento de la ciudad!” “¡Que ahora se robaron a un perro!” “¡Que ahora un político cayó en desgracia!” Cada mañana esas reuniones cumplen su misión, de eso se tratan, de pensar y reflexionar sobre los grandes pesares del pueblo y hasta de proponer las grandes soluciones. Estas reuniones mañaneras es a lo que llamaremos «La Coffee League». 

En esta ocasión, tocó el tema sobre los reconocimientos para la ciudad, qué ventajas hay y cuáles son sus desventajas. Este grupo comparte sus opiniones al respecto que a continuación presentaremos: 

Mario Hernández

Mario Hernández, director del Charco del Ingenio y maestro en Gestión Integrada de Cuencas, cuenta: 

Es un tema complejo, declarar para proteger es importante, pero cuando se carece de un enfoque de justicia social se corre el riesgo de transformar aquello que se pretende proteger en un producto turístico. Se deja de lado el derecho humano al conocer y acceder a espacios que son parte de la identidad, transformando el entorno en un producto de consumo. Las diversas declaratorias, premios o reconocimientos (la gran cantidad de veces) resultan ser parte de una estrategia comercial y no de un ejercicio de justicia social.

Lo anterior ha provocado que los espacios públicos e históricos que eran parte de la identidad del pueblo ahora sean espacios ocupados por ofertas comerciales en donde solo son accesibles por sectores económicos, quienes cuenten con solvencia monetaria para disfrutar de los mismos. 

Arturo Morales

Arturo Morales, empresario turístico, agrónomo, antropólogo social e historiador, comenta: 

Pros de los premios de mercadeo o marketing en Condé Nast y Travel + Leisure: 

  1. Consolidan los esfuerzos de iniciativa privada y gobierno en torno a la industria del turismo.
  2. Orientan y enfocan el turismo a nichos de mercado no masivo y mayor poder adquisitivo.
  3. Compromete a los actores del turismo a ser más competitivos en lo general y actualizarse en torno al turismo sustentable y sostenible. 

Contras: 

  1. Inflación local y encarecimiento del costo de vida para los locales 
  2. Gentrificación y presión inmobiliaria insostenible y no sustentable 
  3. Mayor importancia a la marca turística que al valor patrimonial de carácter universal (UNESCO) de San Miguel de Allende
José Alfredo Gutiérrez

José Alfredo Gutiérrez, escritor, libre pensador e influencer, reflexiona:  

Yo haría una distinción entre el nombramiento de la UNESCO y los premios que se compran, porque es evidente que sí se compran. Las ventajas pueden ser que el Patrimonio es la atracción de turistas que buscan este tipo de destino y que las ciudades pueden conservarse. Otra ventaja pudiera ser el hermanamiento con las demás ciudades patrimonio. Pero no se hace. 

Se podrían hacer recorridos con todos los destinos patrimonio cercanos, pero tampoco se hace. Creo que un terrible error es darle más importancia a los premios comprados que al nombramiento de la UNESCO.

Víctor Armando Rivera Salas

Víctor Armando Rivera Salas, arquitecto independiente con amplia experiencia en el sector público, destaca: 

Pros: 

  1. San Miguel ha adquirido una dinámica económica favorable. Se diversifican los servicios y demás actividades terciarias. 
  2. Destacan las actividades inmobiliarias, construcción y turismo, que generan buenos niveles de competitividad. 
  3. Llegan a instalarse empresas nuevas proveedoras de productos que antes no teníamos. 
  4. También arriba población de otras regiones que aportan, culturalmente hablando.

Contras:

  1. Se tienen empleos mal pagados y rotativos. 
  2. En San Miguel se presenta muy marcado el fenómeno de la gentrificación. 
  3. La ciudad no cuenta con la adecuada planeación de infraestructura para recibir a la población que se empieza a instalar.

El patrimonio edificado se encuentra muy presionado. Se incrementan los flujos vehiculares pero no se incrementan las capacidades de las vías de circulación nuevas y alternas. Son muy limitadas y reducidas las posibilidades de circulación peatonal o de vehículos no contaminantes. Los gobiernos se han enfocado en presumir más acciones para el turista que para resolver los problemas de los residentes.

Alfredo Zamora

Alfredo Zamora, diseño de parques y ambientalista, comparte: 

Empiezo por el método, qué parámetros se usan para ese tipo de designación; siempre me lo he preguntado, porque deberían ser varios: gobernabilidad, sustentabilidad, planeación… En fin, ¿o será por los «likes» a San Miguel? 

Voy al tema del Patrimonio y trato de ligarlo con el de Mejor ciudad… temas como la oferta hotelera desbordada, tenemos cada vez más y más llaves de cuartos de Hotel, cada vez más Galerías más y mejor oferta gastronómica. La carga turística es enorme y eso como ayuda daña, ve a Venecia, se acabó. Barcelona es otro ejemplo, tratando de recuperarse a sí misma. Nos estamos perdiendo de a poco y cuando volvamos la vista atrás no sé si nos recuperaremos.

En cuanto a los pros de estos reconocimientos, tenemos:

  1. Mayor (no sé si mejor) oferta educativa.
  2. Mejor oferta en servicios de salud. 
  3. Mayor oferta de trabajo. 

Los contras son: 

  1. Desarrollo inmobiliario de alta densidad por todas partes.
  2. Tejido social desarticulado, cada vez más personas con diferentes hábitos (delincuencia) se establecen aquí.

Y tú, ¿qué opinas?