Mujer: Guardiana de la vida

April Gaydos en el parque

Por Diana Hoogesteger 

Mujer mamá, mujer ama de casa, mujer alquimista de la cocina, mujer guardiana de la salud, mujer partera, mujer abrazo, mujer caricia, mujer que cuida del jardín, de las plantas, animales; mujer que se ocupa de la crianza. 

Yo veo a la mujer como a la Madre Tierra: un ser abundante que cuida de la vida, que procura, que contiene, abraza, da de comer, asombra con su belleza y dulzura o con su furia inesperada, su llanto de cascada. 

 “Cualquier cosa que le das a la mujer lo hará mejor. Si le das esperma, te dará un hijo. Si le das una casa, te dará un hogar. Si le das alimentos, te dará una comida. Si le das una sonrisa, te dará su corazón. Engrandece y multiplica cualquier cosa que le des.” – William Golding (1911-1993).

Las mujeres nos movemos con el tiempo de los ciclos, las fases de la luna, los cambios de estación, con la naturaleza. Pero sobre todo tenemos el don del cuidado por los demás. Quiero honrar y reconocer a la mujer en todo su ser, en su rol en la casa y como agente de cambio, de búsqueda del bienestar para el bien común. 

¿Cuántas mujeres maravillosas dedican su tiempo y energía a cuidar del bienestar en áreas diversas? En San Miguel tenemos y hemos tenido a grandes guardianas, algunas maestras que me inspiran y siguen siendo ejemplos de bondad. Quisiera presentarles a algunas: 

Nadine Goodman, Fundadora de CASA (Centro Para los Adolescentes de San Miguel Allende), un espacio que brinda atención y educación sexual a la juventud, que ayuda a madres solteras y ofrece atención médica, psicológica y emocional. Muchos años tuvo la escuela de partería, donde formó varias generaciones de parteras que hoy ofrecen su servicio. 

Sylvia van Dijk – Fundadora de FAI (Fundación de Apoyo Infantil) dedicada a cuidar los derechos de los niños desde el derecho a un medio ambiente sano. Trabajan con educación ambiental y el cuidado del entorno. Igualdad de género, salud, alimentación y brindan educación complementaria para niños en desventaja económica. 

Honrando también a Alexa Fullerton, consejera y patrocinadora, a Cecilia Grande de Peña, consejera y colaboradora desde sus inicios, a Lulú Morales, actual directora de la Fundación y a todas las promotoras que trabajan en campo. 

April Gaydos, actual directora de Audubon en San Miguel de Allende, una asociación que se dedica al resguardo de los cuerpos de agua: lagos, presas, arroyos y ríos, para la sobrevivencia de las aves migratorias. Este año adoptaron el parque Landeta en el cuidado de los árboles, haciendo jornadas de limpia y poda para salvarlos de las plagas. Trabajan con niños vinculándolos con compañeros de otros países a través del conocimiento de las aves. Estimulan la apreciación de la vida natural a través de caminatas, salidas en kayak, observación de aves y otras actividades lúdicas. 

Nory Contractor, actual fundadora de Lokkal, una asociación que ayuda a bajar fondos y brindar apoyo económico a varias pequeñas ONGs para que puedan realizar su trabajo. 

Liz Mestes, Yolanda Millán y Laura Ulloa, quienes trabajan para Educación Colaborativa, dedicadas a la información para jóvenes y adultos a ser agentes activos en la sociedad con temas de la urgencia ambiental que vivimos, la protección de territorio libre de tóxicos, el cuidado del agua y mucho más. 

Rose Welch y Rosana Álvarez, fundadoras y directoras de Vía Orgánica. Apoyan, promueven y siguen desarrollando conocimiento para la agricultura orgánica y regenerativa. El apoyo a los campesinos, la milpa, el cuidado de las semillas nativas y naturales, la alimentación y la salud. Protectoras de los derechos a la salud y un medio ambiente sano, el conocimiento ancestral y moderno de la comida, la herbolaria y la vida del campo. 

Hay muchas más, la lista es larga, las aportaciones son muchas y me quedo corta en nombrar a todas las guardianas de la vida. 

En esta danza en la búsqueda del equilibrio de la vida, entre lo masculino y lo femenino, hemos de honrar la calidad del cuidado, del servicio y de la sabiduría de la mujer, conectada desde la capacidad de dar vida, con la tierra y con la fe.