Por Paola Velasco
“Los jardines botánicos resguardan el 70% de la diversidad de la flora, fauna y hongos del planeta”
Mario Hernández, recién nombrado Presidente Nacional de la Asociación Mexicana de Jardines Botánicos de México
Platicamos con Mario Hernández, recién nombrado Presidente Nacional de la Asociación Mexicana de Jardines Botánicos de México, fundada hace 35 años por el Dr. Gómez Pompa de la UNAM y que actualmente está conformada por 40 Jardines Botánicos oficiales en todo el país. El presidente de la asociación se elige por medio de una votación en la Asamblea General y el cargo tiene una duración de 3 años. Hernández se postuló con algunos miembros de su equipo en San Miguel y ganó el nombramiento.
México es considerado como un país megadiverso, sólo 11 países en el mundo tienen esta categoría. En ellos se resguarda el 70% de la diversidad de flora, fauna y hongos que hay en todo el planeta, por ello la gran responsabilidad que tienen los Jardines Botánicos en el mundo.
El Charco del Ingenio en San Miguel de Allende no es la excepción. El año pasado cumplió 30 años, y celebró este aniversario con la construcción de dos edificios extraordinarios con techos de cañón corrido que dan al lugar un atmósfera de arte y diseño, dialogando a la perfección con la naturaleza. “Después de un arduo plan de obtención de fondos y administración, logramos reunir los recursos para llevar a cabo este sueño”, comenta Mario. Fue con el arquitecto Pedro Alvarado que se culminó la tan esperada obra. En unos de los edificios se encuentra la recepción y la tienda, y en el otro habita la Sala de Interpretación Ambiental, misma que se inaugurará oficialmente el próximo 19 de marzo.
El agua en San Miguel de Allende
Para Mario Hernández, agua y medioambiente son temas que lo han mantenido en acción constante, informando y reformando leyes, conceptos y mentes.
“En el 2022 estamos peor de todo lo que nos han dicho. El tema del agua es un tema complejo, porque se requiere la colaboración de los tres sectores de gobierno, y no se ha logrado. Se requiere una claridad sobre los poseedores de las tierras, en México cada m2 tiene dueño”, nos comenta Mario Hernández.
Para Mario, la situación del agua es alarmante. San Miguel está en la subcuenca Támbula-Picachos que a su vez está integrada a la cuenca de la Independencia conformada por otros 10 municipios más. En 1951 se perforó el primer pozo de Guanajuato en San Luis de la Paz que se encontraba a 14 m de profundidad; hoy en día se está extrayendo el agua a más de 400 metros, sin embargo, el agua fósil no es apta para consumo humano. Antes, en San Miguel había ojos de agua en el campo, era agua joven, pero ahora esa capa de agua joven ya no existe.
Hoy, el agua que consumimos está en contacto con minerales disueltos nocivos para la salud, como el flúor, arsénico e incluso mercurio. Es un tema delicado y alarmante, porque la cantidad de minerales que se encuentran está muy por encima de la norma decretada por la OMS; su principal afectación es en los dientes, pero también hay consecuencias como el cáncer y alteraciones de desarrollo motriz y de atención que se han detectado en los niños, especialmente.
En temporada de lluvia, toda esa agua que cae del cielo no se almacena, la tierra no está en condiciones para retenerla. Debería infiltrarse, pero por más que llueva el manto acuífero no se recarga. El agua no se va a acabar, podemos encontrar agua en zonas más profundas, pero también hay mayor riesgo de consumir agua que ha estado en contacto con una gran concentración de minerales.
El mayor problema es la Industria Agrícola a gran escala, tenemos mucha industria que se ha trasladado para esta zona, hacia Los Rodríguez, también en Dolores Hidalgo, San Felipe, hasta el norte del estado en Xichú y Tierra Blanca. El 85% del agua que se extrae del acuífero es por ellos, y también en gran parte por la Industria Automotriz.
Desafortunadamente, con los cambios de gobierno cada tres años, los proyectos muchas veces se detienen y hay que empezar de nuevo. La mayoría de las veces, quienes ocupan los cargos públicos solamente están enfocados en hacer una carrera política, no les preocupa solucionar los problemas de raíz. Los políticos se han enfocado en los estímulos inmediatos, lo otro, como se ve, no importa.
En San Miguel, los guardianes del agua son la sociedad civil organizada, su interés genuino es el mejor aprovechamiento de los recursos naturales. A través de pláticas y actividades, esta sociedad civil organizada señala y comparte las diferentes acciones que tenemos que hacer: un punto importantísimo es la restauración de los suelos.
El Charco del Ingenio en sus 67 hectáreas ha aprovechado el diseño de veredas con la vegetación nativa, todo sobrevive del ciclo natural del agua. Es un hábitat para polinizadores, para la fauna de la región, genera oxígeno de alta calidad y la retención de sedimentos a través de una cobertura vegetal para que no se vaya el agua en tiempos de lluvia. También cuentan con un predio de 98 hectáreas donde se hicieron presas filtrantes que al estar intercaladas, permiten que el agua se filtre y que se vayan generando pocitas. Lo que se ha observado es un registro de vida salvaje increíble.
La situación es urgente, la captación de agua de lluvia debería de ser una política pública y no lo es. En este afán de la construcción y cementar todo, se tiene que pensar en esta acción en concreto. En tiempos de lluvia se reciben hasta 13 pulgadas de agua al año. Ya no se puede permitir que por el afán de construir casas, olviden las prioridades medioambientales.
La recomendación es fomentar las pequeñas acciones para generar grandes cambios, la captación de agua de lluvia y el cambiar el concepto de espacios con vegetación que no necesariamente tienen que ser verdes. Para diseñar espacios naturales se debe de tomar en cuenta la estructura y la función, se tiene que medir y trabajar en equilibrio. Estas acciones contribuyen a mitigar los efectos del cambio climático.