Por Carmen Rioja 

Hoy, 2 de febrero, celebramos el Día de la Candelaria, y a quienes les haya tocado el “muñequito” en la rosca de Reyes el 6 de enero, tendrán que pagar los tamales en este día. La riqueza gastronómica mexicana es tan vasta que ni siquiera las familias más aventureras lograrían conocer y probar todas las recetas de tamales que existen. El Instituto Nacional de Antropología e Historia registra más de 400 recetas que se multiplican en cerca de 2,000 variedades de tamales por regiones y costumbres familiares. Los tamales están asociados a los cumpleaños, bautizos, bodas y, en fin, no pueden faltar los tamales en todas las posadas y reuniones importantes. 

Si te tocaron los tamales y no sabes dónde comprarlos, todas las mañanas hay frente a la Asociación Ganadera Local en la carretera a Los Rodríguez unas señoritas con tamales exquisitos; te recomiendo que llegues antes de las 9am porque se acaban las dos ollas. También muy recomendables son los clásicos de la calle Insurgentes, junto al Oratorio. Y los que hacen por pedido para reuniones las monjas en el Convento de La Purísima Concepción. En la parada de los camiones de la Calle Calzada de La Luz esquina con Ánimas hay otros deliciosos pero picosos. Y para comer sentado un domingo con la familia, los del Café de La Parroquia en calle de Jesús.

Para todo mal, un tamal, y para todo bien, también. ¡Buen provecho!