Por Jesús Aguado

Sobre la carretera a Querétaro, entre las montañas de la Márgara y Támbula (donde dicen los oriundos que nace la lluvia), se extienden las instalaciones de 18 naves industriales que han venido a cambiar la vida de los habitantes, y es que hasta hoy se han invertido más de 1000 millones de dólares por compañías del mundo, y hay 6,250 empleos formales.

El acceso al complejo está bien asegurado, las carreteras bien trazadas, y en los camellones se plantaron no solo árboles de olivo, que crecen bien entre el clima árido y frío de la zona; también hay mezquites, y huizaches, entre otras plantas endémicas. “Es que el PESMA—Polígono Empresarial de San Miguel de Allende—es una empresa socialmente responsable, nos preocupamos por el medio ambiente, de hecho, la industria que aquí se establece es industria seca, es decir no se usa el agua para sus procesos” nos dijo la directora Administrativa (Lisset Cano) mientras recorríamos el parque. Las naves son de todos tamaños, y colores, algunas operan 24 horas con tres turnos, otras bajaron uno luego del inicio de contingencia.

Al pasar sobre la carretera a Querétaro, y ver los tráileres entrando, o saliendo, y la luz blanca que ilumina, podríamos pensar que en el espacio únicamente se producen componentes aeroespaciales, o automotrices; pero la realidad es distinta, y eso lo sabemos ahora porque a cierta hora del día, en las áreas adyacentes a Expofood, en el aire se respira un olor suave que se antoja a ser vainilla. “Ellos hacen las galletas de animalitos; nos dijo uno de los acompañantes en el recorrido.

¿El tamaño del espacio? Son 120 hectáreas de terreno, y con lugar para hasta 20 edificios “actualmente está ocupado apenas 60 por ciento del parque”. El área que se ocupe a posteriori dependerá de los metros cuadrados, o hectáreas que requiera cada empresa, también nos contó con emoción y expectativa, que el complejo industrial en esta zona está lista para seguir creciendo y desarrollarse —120 hectáreas más, ya está listo para comenzar a recibir compañías.  

La primera, y la más reciente

El 20 de mayo 2015 quedó marcado en la historia de San Miguel y del parque, y es que fue el día que abrió su puerta e inició operaciones—no solo Stant Inc. Sino la zona destinada para la industria en esta ciudad. La inversión inicial de Stant fue entonces por cinco millones de dólares y tenía en el área de operación y producción 300 colaboradores. 

Stant es conocida dentro de la industria automotriz como un líder en la manufactura de sistemas administradores de vapor, entrega de combustibles, administración térmica y servicios de ingeniería. En San Miguel produce tapones de gasolina, tapones para radiador, válvulas, termostatos, tapón para aceite, entre otros.

Stant es proveedora de industrias automotrices como Ford, Peugeot, Chrysler, Mercedes Benz, Jaguar, Honda, Land Rover, Volvo y Mazda, por mencionar algunos. La empresa contrata trabajadores sanmiguelenses y de poblados aledaños. 

En mayo de este año, el italiano grupo PROMA—con la intención de atender al mercado norteamericano, en especial a Volkswagen, Chatanooga—instaló su segunda planta en México (la primera está en Saltillo).  La empresa abastece las estructuras para asientos traseros de vehículos eléctricos. Las operaciones generan 41 empleos, mientras que la inversión fue por 130 millones de pesos. Sus clientes van desde Fiat, y Alfa Romeo, hasta Lamborghini y Ferrari. 

La más reciente adhesión—en proceso de construcción—es la francesa Le Bélier, con inversión por 100 millones de dólares en su primera etapa, y generación de 500 empleos directos. La empresa está dedicada a la fundición de aluminio para la industria de autos. Entre las marcas con que trabaja está Daimler, Hitachi, Continental, BMW. 

Entre los insumos que se construirán desde San Miguel son soportes de motor, sistemas de frenado y componentes de chasis. Información oficial indica que este proyecto en San Miguel es el único en el país que cuente con todas las técnicas de fundición de aluminio. 

Detrás del Polígono

Lisset Cano ha estado involucrada en el tema de la industria los últimos 20 años. Fue de trabajar en Carvel Print Serigraph INC., dedicada a la manufactura de OEM y POP a nivel mundial para las marcas (OEM) General Motros, Moulinex, y (POP) Coca-Cola Company, Sabritas, Gatorade, Philip Morris, Danonne, Ricolino, entre otras, imprimiendo los anuncios metálicos que veíamos de refresqueras en las tiendas, a los tazos, y decenas de otros productos en macroescalas.

Dedicada en su mayoría a la Industria hasta que previo a la apertura de la zona industrial en San Miguel le ofrecieron venir, desde entonces aquí está.

Cano explica que el parque industrial debe verse, por los sanmiguelenses como una oportunidad, porque se abren las puertas—en todos los sectores—para que se queden en San Miguel. Explicó que las compañías buscan la actualización, y superación constante de sus asociados, y es esta la razón que a muchos se le apoya en continuación, o conclusión de estudios académicos, técnicos, y profesionales—tema que no ocurre en otros espacios. Además, los empleos dijo tienen prioridad para los locales. Evidentemente si la mano de obra, o talento no se encuentra en la ciudad, entonces habrá que ver hacia afuera. 

Lisset Cano también nos dijo que este polígono se ha posicionado como una respuesta estratégica para las industrias por la cercanía con el corredor automotriz Guanajuatense, y su vecindad con Querétaro. Nos habló sobre las compañías suizas, alemanas, estadounidenses, austriacas, y fusiones de México y otros países (que serán tema en otras ediciones). 

La responsabilidad social del Polígono—que también opera otros en el estado de Querétaro y Guanajuato—es importante, y por ello a la entrada cuentan con una clínica de servicios médicos y emergencias. Ésta ofrece no únicamente servicio (con cuatro médicos, y enfermeros paramédicos 24hrs los 365 días del año) no únicamente a los colaboradores de las distintas fábricas reciben atención, sino al público general.