Crítica de cine: Sus palabras

Por Juan Francisco Pablo

La representación del cine dentro del mismo cine conlleva un desafío a veces más complejo, de vez en cuando menos, pero al final se obtiene un regocijo al recordar por medio de la pantalla que se está disfrutando de una película con todo y sus artificios. Aún más interesante es pensar en el trabajo interno del cineasta que derivó a la referencia. El autor impregna en su creación lo que él supone que es el cine con cada trozo de material cinematográfico y fílmico, o lo que cree que es hasta el momento de realizar dicha obra. Esto último es importante recalcar: los conocimientos, la mentalidad y los intereses de un artista van cambiando conforme el tiempo, los conflictos de ahora no son los de hace algunos años atrás y así lo hará su percepción del arte. Así es la apuesta de la directora española Laida Lertxundi en Words, Planets (2018) cortometraje de base experimental, intentando satisfacer sus intereses cinemáticos, como la llegada de una nueva e inesperada etapa de su vida. Entre la percepción, la procreación y la realización, la vida y el cine, no habiendo diferencia en uno y otro, y al final ninguno ni el otro.

Esta sería una obra que se “siente” y deja de lado por completo el raciocinio, si es que se puede encajar la lógica a un ámbito tan encaminado a la estilización de su objeto representado como lo es el cine. Surgiendo una cuestión imperante de contestar: ¿Cómo llegamos a sentir lo de Words, Planets? El viaje sensorial con Lertxundi se da por medio de tres caminos que llevan a un sólo lugar al final: la vida como ventana al cine.

La percepción

Mientras que el montaje por convenio da una sensación de continuidad, de seguimiento entre una y otra imagen, para este cortometraje es más un fortuito salto, no representa, no continua, ni contrasta, más bien viaja buscando nerviosamente de aquí y allá, a través del mar de imágenes que llamamos recuerdos; es el complejísimo vaivén desordenado de nuestra mente trayendo poco a poco algo que ya hicimos, intentando reafirmarlo. La mente perceptiva tomando de un lugar y omitiendo otros, jugando con el orden y la organicidad del espacio para codificar su mundo. En un momento vemos a una mujer que mira fijamente la cámara, después otra mujer distinta cruza una banca, para pasar al primer plano de unos limones en mano. Cada trozo nos acerca más al regocijo sensorial de Lertxundi haciendo su cine. Es una euforia constructora.

La procreación

Lertxundi evoca el nacimiento de dos nuevos seres tan cercanos e importantes para ella, su cine y su bebé. Si bien se podría denotar la sensación del caos y la pesadumbre que le causan ambos recién nacidos debido a la falta de coherencia entre escenas, eso no impide apreciar el cariño que les tiene y lo logra, haciendo constante referencia a ambos eventos. Primero a su cine dentro del cine; en distintos momentos del corto la presencia esencial de la directora trabajando la materia prima (rasgando toscamente las cintas y luego proyectándolas, como algunos “personajes” viendo en una pantalla lo filmado). Segundo, al bebé, con imágenes que poseen serenidad mostrando a la criatura siendo mimada, transportando al espectador la mezcla agridulce de sensaciones, ternura inmensa y temor al futuro próximo.

La realización

Hay que dejarlo claro, la directora sabe mejor que nosotros que no hay fronteras con el cine; mientras pueda ser pensado, puede ser filmado. Ella se apega fuertemente a este axioma y convencida de ello se lanza a realizar este cortometraje con el propósito de compartir quién es ella en ese momento. Cuando veía este cortometraje me percaté de algunos enunciados que marcaba y me embarqué igual que la directora a tratar de darle cierta cohesión a sus ideas, porque yo también creo que no hay nada que el cine no contenga. Es el deseo genuino de Lertxundi por explorar la vida por medio de la realización y es mi deseo de explorar ese fruto por medio de mi escritura. Considero que es el objetivo final; sus palabras crearon mi planeta.

Words, Planets.

(España, 2018)

Dirección y fotografía: Laida Lertxundi

Reparto: Muhe Chen, Víctor Artiga Rodríguez

Duración: 11 minutos

Distribuido por: MUBI