Artistas sanmiguelense: Rosa Torres

Por Natalie Taylor

Las obras de cerámica de Rosa Torres son únicas en muchos niveles. Reflejan las diversas etapas de su propio progreso hacia sus obras actuales.

Rosa nació en San Luis Potosí, y allí fue a la universidad para obtener su título en diseño gráfico. En la Ciudad de México, trabajó para una editorial diseñando libros y tomando fotografías para varias revistas. Allí conoció a su esposo Ernesto de la Peña, también artista plástico. Debido a que la madre de Ernesto y su hermana vivían en Toronto, la pareja se mudó a Canadá donde vivieron durante diez años.

Mientras vivía en Toronto, Rosa hacía esculturas de papel, pero le interesó también la cerámica y encontró diferentes formas y posibilidades de trabajar el barro. Le llamó la atención el gran contraste de la forma en que se trataba y elaboraba la cerámica en Canadá. En México, las costumbres antiguas y tradicionales se respetan y rara vez se desvían. A Rosa le gustó la idea de las innovaciones y cayó en ella con facilidad.
Así como Rosa, Ernesto también tiene familia en San Miguel de Allende, por lo que en 1998 decidieron mudarse y venirse a esta ciudad. Encontraron la casa adecuada en La Luz, la compraron y la renovaron por completo hasta incluir un taller para Rosa y un estudio grande y lleno de luz para Ernesto, donde pinta y enseña pintura. Ambos están muy dedicados a su obra de arte individual, y están felices con la gran acogida que recibieron de la comunidad de San Miguel.

Poco después de mudarse aquí, Rosa se convirtió en parte de una cooperativa de artistas y comenzó a exhibir sus cerámicas. Inicialmente, sus obras eran cerámicas funcionales que se vendían bien: tazas, platillos y platos. Luego empezó a dar clases, y es aquí donde las cosas empezaron a cambiar para ella. Ella dice que los estudiantes “te empujan”, porque siempre están cuestionando, siempre buscando formas innovadoras de hacer las cosas. Como profesor, uno se ve obligado a investigar para responder a las preguntas de los alumnos y, en el proceso, pasa a una nueva metodología; desarrolla sus propias ideas nuevas, está motivado para seguir adelante inclinando la aguja hacia el futuro.

Rosa comenzó a experimentar con los colores en la cerámica. Su estudio se convirtió en un laboratorio virtual donde mantuvo un cuidadoso catálogo de las diferentes formas de lograr los colores. Un método común para dar color a la cerámica es aplicar esmalte. Pero hay tantas variables incluso en este paso. El tipo de arcilla base utilizada es muy importante para el resultado final: la arcilla blanca, marrón o negra se verá diferente incluso si se aplica el mismo esmalte. Muchos otros factores, como la temperatura del horno o el aumento o la disminución de oxígeno en el interior, crean un efecto diferente en la cerámica y afectan su color. Rosa también trabajó con la antigua técnica japonesa llamada Raku, que crea productos finales únicos.

En su taller, Rosa tiene numerosas muestras, cada una cuidadosamente etiquetada, indicando la arcilla base, el esmalte (o ninguno) utilizado, la temperatura y cualquier factor que afecte el resultado final. Realmente es un laboratorio de cerámica altamente organizado y el ambiente perfecto para que los estudiantes aprendan. Rosa ha realizado varias exposiciones con sus alumnos, en particular una de gran éxito en 2016 en Casa de Europa. Sin embargo, la pandemia por COVID puso fin a muchas de estas actividades. Ella espera tener otra exhibición con sus estudiantes más talentosos en un futuro cercano.
Su proyecto actual se llama “Mi jardín interior”, en el que intenta evocar al espíritu femenino. Las obras que ha creado y continúa creando dentro de este tema tienden a tomar formas circulares. Algunos tienen forma evidente de conchas marinas, otros tienen formas más ambiguas que recuerdan plantas u otros objetos marinos o terrestres. Algunos de ellos están truncados, otros parecen parcialmente rotos, todos tienen aberturas. Lo que intenta expresar con estas obras es el espíritu femenino de la mujer, que lo “femenino” siempre permanece en el centro de una mujer, sin importar si pierde parte de sí misma por un trauma mental o por una pérdida física a través de una cirugía, por ejemplo. Espera tener una exhibición de estos trabajos, junto con los de sus alumnos, en algún momento de este año. Contacta a Rosa para visitar su estudio, o para informarte sobre las clases: WhatsApp: 415-114-9401

Natalie Taylor: Licenciatura en Literatura Inglesa y Periodismo, Universidad de Loyola, Chicago, 1995. Maestría en Bellas Artes en Escritura Creativa, Vermont College, Montpelier, VT, 1999. Escritora, editora y periodista publicada. Profesora de español en Estados Unidos, profesora de inglés en Buenos Aires, Argentina. Traductora. www.natalietaylor.org Contacto: tangonata@gmail.com