¿Quién fue Juana María de Allende?

Por Luis Felipe Rodríguez

Pocos años vivió en la villa sanmigueleña quien fuera hija natural de don Ignacio de Allende, pero muchos pasó en la tranquila vida monástica de las religiosas de Santa Catalina de Sena, convento fundado en 1763 y en donde fue recluida como presa doña Josefa Ortiz de Domínguez. No se conocieron, pues la Corregidora, muy amiga y respetada de su padre, falleció el 3 de marzo de 1829 y Sor Juana María ingresó en 1836. 

El 2 de septiembre de 1862, remitió una carta al General don Ignacio de Basadre:

“Muy señor mío:

He sabido que la Junta Patriótica del presente año ha nombrado a usted en unión de otros señores generales, con el fin de que repartan el próximo día 16, memorable de nuestra Independencia, algunas cantidades entre las familias de los independientes.

Soy hija legítima y única de don Ignacio de Allende, y por esta razón disfruto una pensión de montepío que jamás he recibido, sino sólo en cantidades sumamente pequeñas. Las atenciones del erario no habrán permitido hacer más, y no es mi ánimo el de quejarme de esto, pero, señor general, mi situación es bien crítica: apenas puedo reunir cada mes la corta pensión que pago en este convento: ¿Podré esperar que se me auxilie con alguna casa que alivie mi situación memorable de mi padre?

En usted confío, señor, porque ha dado usted prueba de ser buen mexicano, porque fue uno de los que lucharon en la Independencia, y por ser hoy uno de los individuos que componen la Junta Patriótica.

No creo que sea necesario dirigir solicitud alguna, pues usted se dignará representarme para todo. Sírvase usted, señor general, admitir los testimonios de mi más alta consideración y contarme entre el número de sus servidores.

Juana María de Allende”.

Murió en dicho convento y fue sepultada en el panteón bajo del Tepeyac. En su partida de defunción, que se conserva en el archivo de la parroquia respectiva, no consta el nombre de la madre.

Tomado de Ciudadano Informa #282, de Samuel Rangel.