¡Conoce a Julián López Cadena!

Por Sal Guarino

Un hombre Viernes para cualquier día de la semana

Por naturaleza y franqueza, siempre me ha gustado hacer recomendaciones, ya sea exaltando las rebajas de 15 centavos de dólar por cada KitKat en la tienda de dulces de Tony en Brooklyn cuando tenía siete años, o compartiendo incansablemente con mis amigos dónde encontrar “verdadera” pizza en Nueva York y sus alrededores. Así que, contemplando cómo seguir enalteciendo merecidamente a nuestra hermosa comunidad de San Miguel, decidí presentar periódicamente a algunos de los personajes más movidos e interesantes de nuestro pueblo, gente que vive y trabaja aquí y que siempre me han dejado una impresión positiva. El reflector hoy lo pongo sobre Julián López Cadena, dueño de Friday Services, una compañía dedicada al mantenimiento y mejora de casas habitación, cuyo nombre hace referencia al hábil personaje literario, Viernes, en la novela Robinson Crusoe.

Cuando mi esposa y yo nos comprometimos en 2021, ella vivía en Querétaro y yo en el sur de California. Después de una excursión espontánea al mágico pueblo de San Miguel, no hace más de un año, nos dejamos llevar por sus encantos y decidimos llamarle nuestro nuevo hogar, eliminando nuestros planes de mudarnos juntos a California. Conforme nuestro torbellino geográfico y romántico adquirió impulso, terminamos comprando una casa en el centro y algún amigo nos presentó a Julián para que llevara a cabo algunas reparaciones en nuestra casa. Satisfechos con la calidad de su equipo, el manejo de sus tiempos y sus precios razonables, decidimos encargarle una remodelación multifacética de nuestro hogar, que como muchos sabrán, cuando se trata de trabajos en el centro, cualquier cosa puede pasar.

Tan solo al conocerlo, me impresionó la confianza y el porte amigable que inspiraba Julián. Su compromiso genuino y su capacidad propositiva claramente reflejaban la filosofía de Viernes (Friday Services): ¡si lo quieres, lo tienes! Mientras revisábamos la larga lista de tareas a realizar, sus intervenciones mostraban con entusiasmo optimista, y excelentes habilidades para hablar inglés, por qué había escogido ese nombre para su compañía, puesto que era una referencia juguetona a su carácter leal, su disponibilidad y su capacidad para emprender cualquier trabajo con tal de ayudar a alguien a “sobrevivir” a como diera lugar, tal cual lo hiciera Viernes en la famosa novela. 

Como suele ser el caso en trabajos de remodelación, tomaron más tiempo del que ingenuamente creímos en un inicio. Instalaciones defectuosas, retrasos en la cadena de suministro y algunos otros detalles relacionados con los años de nuestra propiedad atrasaron un poco los tiempos de entrega. Uno tras otro, Julián consiguió resolver cada problema que surgió y nos tranquilizaba con su progreso, jugando a una misma vez a experimentado administrador de propiedades y a terapeuta familiar. Un incidente en particular, relacionado con azulejos defectuosos en la cocina, ilustra ejemplarmente la ética de Viernes que posee Julián. Después de instalar azulejo en dos antiquísimos baños, transformándolos de ser huecos oscuros y deslucidos a ser dos nuevos baños brillantes y cómodos, el equipo de Julián terminó de instalar una nueva cocina colocando azulejo en el suelo también. Poco después, sin embargo, casi todos los azulejos se cuartearon. El diseñador de la cocina rápidamente se deslindó de cualquier responsabilidad de los daños que su producto seguramente ocasionó, y en cambio se dedicó a esparcir la culpa. Sin siquiera estar al tanto de la postura tan decepcionante del diseñador, Julián sin dudarlo nos aseguró que cualquier decisión que tomáramos para reparar el problema, incluyendo quitar y volver a poner los azulejos, no representaría ningún costo extra. ¡Si lo quieres, lo tienes! Aceptamos el trato.

Conforme fui conociendo mejor a Julián, mi predisposición de terapista en potencia comenzó a apreciar mejor algunas de las razones detrás del éxito de su negocio. Probablemente su agudo sentido de la empatía y su capacidad para leer a las personas tuvo un trágico comienzo cuando a los cinco años perdió a su madre en un accidente automovilístico. Julián también es un hombre de familia devoto para con su esposa e hijo, por lo que no es sorprendente que su negocio esté anclado en la familia. Silvia Cadena, su tía, lo hizo su socio en 2009, expandiendo sus servicios, “Ask Silvia”, que amablemente se encargaban de conectar a cualquier persona con lo que necesitara, desde cómo un expatriado estadounidense pudiera conseguir una licencia de conducir, hasta dónde encontrar las mejores tortillas. Los cimientos del negocio de Silvia ciertamente fueron de gran ayuda para Julián cuando tuvo que mudarse de Ciudad de México a San Miguel hace unos trece años; sin embargo, la capacidad innata de Julián para resolver las necesidades de sus clientes de una manera siempre adecuada ha sido el motor que hace avanzar el éxito de su compañía, Friday Services. 

Otro fino acabado en lo que es el modelo de negocios de Julián es el entrañable trato que le brinda a estadounidenses como yo. Julián ha sido capaz de expandir sus habilidades intuitivas para comprender cabalmente y satisfacer las demandas de los expatriados americanos, cuya condescendencia y exigencia pueden causar fricciones transculturales. Sin lugar a dudas, Julián supo calmar el ansia estereotípica de este gringo cuando me vi enfrentado con tantos proyectos de remodelación. 

Como muchos otros, Julián ha confrontado muchos obstáculos en su vida, incluyendo la pérdida de su madre, la fundación de un negocio en tierras nuevas y conseguir hacerlo crecer entre tanta competencia; aun así, Julián no conoce las excusas. Los obstáculos los considera oportunidades; los acabados imperfectos los tiene que embellecer; los pisos de barro mal nivelados han de encontrar su pendiente adecuada y ser remodelados imaginativamente para conseguir, mediante perspicacia y tradición, un producto final, moderno y acogedor; y los jardines descuidados tan sólo hay que limpiarlos para poder asentar ahí nuevas raíces. 

Dos días después de mudarnos a nuestra amalgama de elementos tradicionales y gringos que llamamos “estilo mexicano contemporáneo”, miré alrededor de la mesa que pusimos para la Noche Buena, con comensales sentados en sillas de plástico que habíamos comprado solo horas antes. Vi a mi suegro de 86 años devorando tamales y ponche, en tanto que mi cuñada servía bacalao y buñuelos, bromeando con ella que más le valía que ambos platillos me gustaran. Detrás de ellos podía ver el fondo de la pared que recién habíamos pintado de color naranja, una acogedora chimenea y nuestra renovada sala de cantera. Entre un platillo y otro, le marqué a Julián, el hombre Viernes que siempre porta una amable sonrisa, y le extendí mi agradecimiento –por su trabajo, paciencia, creatividad, profesionalismo, y más importantemente, su simpático candor. Julián López Cadena –¡una razón más para enamorarse de San Miguel!   

Julián y su compañía se encuentran en www.fridayservices.com

Sal Guarino

Nacido en Brooklyn, Nueva York, ahora vive en el centro de San Miguel junto a su esposa mexicana, Sal siempre pone sobre la mesa un vasto juego de experiencias vivenciales. “¡SALudos de San Miguel!” es su forma de compartir la alegría de vivir en San Miguel a través de una lente de agradecimiento y pensamiento positivo. El primer libro de Sal, “SALutations”, fue publicado en 2018. Contacto: salguarino@gmail.com 

Traducción por Josemaría Moreno