Patrimonio excepcional: Evolución humana de más de 2,500 años

Por Arturo Morales Tirado

Soy de los que se declaran apasionados por las maravillas de San Miguel de Allende y sus atributos de patrimonio natural y cultural, los cuales son auténticos, únicos, irrepetibles y excepcionales; cada oportunidad de vibrar con las sensaciones y emociones que alimentan al espíritu estimulan a los sentidos y desafían nuestra voluntad por experimentar el profundo y milenario proceso de su entorno natural expresado por la humanidad local en una herencia  cultural compleja, fruto de su evolución en más de 25 siglos hasta nuestros días.

Y es que, en estos últimos 2,500 años en el actual territorio del municipio de San Miguel de Allende se ha construido una comunidad multiétnica y cosmopolita, a partir de tres tradiciones culturales mesoamericanas: en el periodo formativo, 500 años a.n.E. hasta cerca de los 50 años d. n. E., con los chupícuaro, grupo étnico y cultural que nos legó en torno a los corredores biológicos y culturales de la actual cuenca del río Lerma y sus afluentes principales, como nuestro río Laja, las primeras prácticas agrícolas en humedales riparios, de los primeros momentos de civilización en torno a poblados sedentarios de estas comunidades agrícolas. 

Además de lo anterior, nos legaron figurillas elementales con rostros elaborados con pastillaje de barro, como en muchos rincones del planeta en esos remotos años de la humanidad en esta Frontera de la Tierra Adentro, hasta su trascendente y bella cerámica, principalmente de rojo sobre bayo (color crema) al falso negativocenizas, blanco y escariada. Cerámica presente, entre otros sitios arqueológicos en nuestro Municipio en el sitio arqueológico de San Miguel Viejo, desde su actual capilla de indios, al oriente, hasta la orilla de la Presa Allende, al poniente.

Posterior a los chupícuaro, aproximadamente desde los 450 hasta los 1,100 años de nuestra época, el grupo étnico proto-tolteca (posible precursor de los actuales otomíes) desarrolló una de las más complejas tradiciones culturales mesoamericanas de su frontera norte continental, caracterizada, entre otros rasgos, por sus edificaciones de basamentos piramidales y patios  hundidos. A principios de los años ochentas del siglo pasado, el arqueólogo sanmiguelense, Luis Felipe Nieto Gamiño, reportó en el atlas arqueológico para nuestro municipio más de cien sitios arqueológicos de esta tradición cultural mesoamericana, por cierto, cinco de ellos en la actual zona urbana de San Miguel de Allende.

Por relatos y crónicas de los primeros europeos, incursionando en las tierras de nuestro actual Municipio, habitaron la cuenca alta del río Laja (nombrado en S. XVI como el río San Miguel) y sus afluentes, conocemos de los habitantes indígenas de estas tierras en los momentos del encuentro dramático, controvertido y contrastante con los españoles y sus aliados indígenas (entre otros: otomíes, tlaxcaltecas y zapotecos), nos referimos a los nombrados, genéricamente como chichimecas; entendiendo que este nombre, describió, al menos, a una docena de grupos étnicos, señalando que los que habitaron esta Tierra Adentro de frontera cultural entre la Mesoamérica volcánica y la Aridoamérica semidesértica fueron los guamares, caxcanes, guaxábanas, pames y jonases; en contacto, al norte con los huachichiles, y al sur con los otomíes.

Haciendo una pequeña recapitulación de lo narrado hasta ahora, deseo recalcar cinco argumentos que debieran ser obvios pero, en general, no lo son para la mayoría: 

1. San Miguel de Allende, por su localización y evolución natural y cultural es parte de la que he nombrado Frontera de Tierra Adentro, al norte de lo que fue Mesoamérica prehispánica. 

2. Siguiendo el planteamiento del Dr. Miguel León Portilla, China (en torno al arroz), Mesopotamia, Egipto, India (estas tres en torno al trigo); en el continente americano, la zona andina (en torno al choclo y papa) y Mesoamérica (en torno al maíz), incluida su zona de frontera norte – continental (en el actual territorio de San Miguel de Allende) son los seis lugares donde comienza a desarrollarse la civilización de la humanidad en torno a las aldeas y comunidades agrícolas, aquí, hace 2,500 años. 

3. De los 2,500 años de evolución cultural de San Miguel de Allende, cuatro de sus quintas partes del devenir del tiempo han sido ocupadas por la columna cultural mesoamericana milenaria, con al menos tres diferentes grupos étnicos. 

4. Aunado a lo anterior, el paisaje natural-cultural de la Frontera de Tierra Adentro tiene la impronta cultural de dos grandes columnas culturales, la de Mesoamérica y la Europea a través de los españoles a partir del siglo XVI. 5. Este rincón de maravillas, hoy manifestadas, entre otros asombrosos atributos en más de 36 yacimientos de fósiles de la megafauna, casi un centenar de sitios arqueológicos, más de 100 capillas de indios, cerca de 30 cascos de hacienda, más de 50 vestigios virreinales, presidios, puentes, edificios ligados a la producción agropecuaria, cerca de 100 restos de infraestructura hidráulica, como fuentes públicas, norias, jagüeyes, galerías filtrantes, presas y represas; múltiples edificaciones del porfiriato, casonas restauradas y un sinnúmero de patrimonio natural, cultural, tangible e intangible, que en breve seguiremos compartiendo a detalle como parte de las maravillas de San Miguel de Allende.