Por Carolina de la Cajiga
¿Qué tienen en común la Óptica Allende y Pancho Villa?
En 1914, el revolucionario y caudillo Pancho Villa le propuso al productor y cinematógrafo hollywoodense D. H. Griffith la exclusiva de filmarlo en plena batalla a cambio de fondos para financiar su guerra contra la dictadura de Porfirio Díaz. La película se llamó «La vida del general Villa» y, claro, Villa fue el actor principal. En 2002, Warner Brothers contrató al español Antonio Banderas para representar a Pancho Villa en la película “And Starring Pancho Villa as Himself” (Pancho Villa, el mismísimo Pancho Villa) donde Banderas relata la primera película. Las incongruencias de la vida, un español representando a Pancho Villa habiendo tanto actor mexicano.
Esta segunda película se filmó en San Miguel de Allende y sus alrededores, incluyendo Atotonilco y varias antiguas haciendas. Un día, los productores llegaron a la óptica de Alcalá en busca de anteojos de principios del siglo XX para la filmación. Su papá tenía varios en su colección y se los rentaron. ¡Estos lentes ya pertenecen a la historia del cine internacional!
Algunos otros famosos que han sido atendidos en la Óptica Allende han sido el fotógrafo Spencer Tunick, el actor y político Damián Alcázar, y Christian Bach, actriz y productora. Aunque para Alcalá, la satisfacción mayor está en dar buen servicio a todo el que requiera de sus conocimientos sin importar quiénes son.
Desde chavo, Gilberto aprendió el trabajo de optometrista ayudando a su papá que, en 1968, abrió la primera óptica de San Miguel. Más adelante hizo la licenciatura en optometría en la ETAC (Estudios Tecnológicos y Avanzados para la Comunidad), Campus Coacalco, en el Estado de México.
Ya lleva veinte años a cargo de la óptica. Lo que más le gusta es cuando llegan clientes que requieren adaptaciones y ajustes específicos que las ópticas de cadena no hacen. Mientras más complicado es el caso, más esfuerzo y más satisfacción para Alcalá. Su esposa es otro pilar en la óptica, ambos comparten la administración y el manejo diario.
La profesión de optometrista es de mucha responsabilidad. Va de la mano con los médicos oftalmólogos. Su función primordial es detectar y prevenir problemas visuales; además de hacer exámenes oculares para determinar la graduación adecuada de cada ojo individualmente, y ajustar la graduación de lentes y lentes de contacto según las necesidades.
Por alguna extraña circunstancia ocurre que varios clientes dejan sus pertenencias cuando visitan la óptica; tal vez mientras se prueban los anteojos. Entre lo que han olvidado hay celulares, mochilas, sombreros, computadoras, y hasta comida. Es a tal grado que Alcalá asignó un espacio donde guarda los objetos abandonados hasta que los dueños vuelven por ellos. El extravío más insólito fue un perro chihuahueño que una señora dejó atado a la pata de una silla y no volvió por él hasta varias horas después. El chucho estaba fresco como lechuga todo este tiempo.
La clientela de Alcalá es local e internacional. La mejor publicidad es gracias a sus clientes que, complacidos con la atención que reciben, corren la voz entre sus familiares y amigos y así va creciendo la óptica.
Puedes encontrar la Óptica Allende en Hernández Macias 136, Centro, 415 154 7330. Su horario es de lunes a viernes de 11am a 8pm, y los sábados de 11am a 5pm. En Facebook está bajo opticaAllendesma. Y es miembro del VIP Club San Miguel.
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