Por Rodrigo Díaz Guerrero
Como es fácil de suponer, las mujeres se enfrentan a problemas de salud únicos: padecimientos que en su mayoría se relacionan con el embarazo, la menopausia y las afecciones de los órganos femeninos. También hay problemas que afectan a ambos géneros, pero que pueden afectar a estas últimas de manera diferente, como por ejemplo la osteoartritis, que afecta más a las mujeres que a los hombres; o las infecciones en el tracto urinario que, según el National Institutes of Health (NIH), las mujeres tienen más posibilidades de contraer.
Por estas y otras consideraciones, el Colegio Americano de Ginecólogos y Obstetras (ACOG, por sus siglas en inglés), dividió en cuatro etapas el ciclo de vida de la mujer, a partir de la edad, para promover los estudios, análisis, pruebas de laboratorio, etc., de manera puntual, que se recomiendan para el bienestar de la mujer.
- Adolescentes (13 a 18 años). Durante este periodo debe realizarse la primera visita al ginecólogo y una evaluación completa de salud, enfatizando el historial menstrual y el índice de masa corporal. También es importante, en este intervalo, el seguimiento en el desarrollo psicológico y puntualmente en temas como la intimidación social (bullying), los hábitos alimenticios y el acercamiento a sustancias adictivas.
- Mujeres jóvenes (19 a 39 años). En este punto el enfoque es de índole productivo y reproductivo. Según la ACOG, aproximadamente el 60% de las mujeres con más de 20 años son obesas, por lo que en esta etapa la atención en el ejercicio y control de peso es importante. Además de abordar temas como los métodos anticonceptivos, el embarazo, el cáncer cervicouterino, la prueba de Papanicolaou (que debe empezar a realizarse a partir de los 21 años), enfermedades de transmisión sexual y enfermedades autoinmunes, como la tiroiditis, el lupus eritematoso o la artritis reumatoidea.
- Mujeres adultas (40 a 64 años). En este tercer intervalo en el ciclo de vida de la mujer, se contempla la transición a la menopausia, y se deben realizar estudios como la mastografía, que de acuerdo con el Instituto Nacional de Cancerología, se recomienda que todas las mujeres a partir de los 40 años deben hacerse una mastografía de detección al año, y deben continuar haciéndose este examen mientras estén en buen estado de salud. Otros estudios que se recomiendan en esta etapa son la colonoscopía (a partir de los 50 años), la glucosa en ayuna, perfil de lípidos y la terapia hormonal.
- Mujeres mayores (65 años o más). En esta última etapa, se evalúan las funciones cognitivas —el Alzheimer es dos veces más común en las mujeres que en los hombres); estudio de densitometría ósea (la osteoporosis es cinco veces más frecuente). Además, son importantes algunos factores ambientales y de salud que promueven una vejez más exitosa: la ausencia de cigarro, de diabetes, de asma; el moderado consumo de alcohol y la realización de ejercicio.
Es importante comprender que las medidas preventivas simples pueden contribuir a reducir significativamente los riesgos para la salud de la mujer, por ello estas recomendaciones puntales son de gran valía para una vida de calidad en todas las etapas.